La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más absoluto apoyo a la posición que el gobierno argentino sostuviera ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en relación con la acción bélica unilateral desplegada por el gobierno de Colombia en territorio de Ecuador el pasado 1° de marzo; como asimismo su rechazo a toda acción violenta que comprometa la estabilidad de la región.

Señor presidente:

Los hechos ocurridos el pasado 1° de marzo, cuando fuerzas militares colombianas atacaron en territorio ecuatoriano, sin previo aviso al gobierno de ese país, a un grupo de insurgentes pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con el resultado de veinte guerrilleros muertos, entre ellos el principal interlocutor en el proceso de liberación de rehenes que estaba en curso (tal como lo confirmó la cancillería francesa, que se encontraba haciendo gestiones por la liberación de Ingrid Bentancourt), es una situación que trasciende el conflicto interno que vive Colombia y extiende una amenaza a toda la región.

Sudamérica se encuentra viviendo una etapa sin precedentes y por ello promisoria de un nuevo tiempo para nuestras naciones. La consolidación de gobiernos democráticos, elegidos en elecciones transparentes y plurales, en consonancia con una etapa de bonanza que alienta en forma positiva una mayor y más provechosa incorporación de nuestros países en la economía mundial, ha permitido tomar conciencia respecto a la necesidad de encauzar el desarrollo económico en términos de justicia social e integración de nuestros pueblos, históricamente castigados por elites ambiciosas e indiferentes ejecutoras de planes económicos que los sumergieron en la más absoluta de las miserias, en un territorio pleno de riquezas naturales y potencialidades humanas. En definitiva, los gobiernos que conforman el MERCOSUR han dado clara señales en el sentido señalado, a lo que se ha sumado la recuperación de crecientes cuotas de autonomía política en un escenario internacional complejo y cada vez más interconectado.

Por ello, resulta preocupante que cuando algunos gobiernos de la región, más Francia, se encontraban avocados en dar un cauce racional, pacífico y humanitario a la situación de los rehenes que vive y sufre el hermano pueblo de Colombia, se haya disparado la violencia contra el territorio de otro país hermano como lo es el Ecuador. Para peor, dicha acción militar se enmarca en los llamados ataques preventivos, prácticas unilaterales que como bien conocemos vienen extendiendo una ola de violencia y muerte en Oriente Medio. Eso no es lo que queremos para nuestra región.

Por lo tanto, con este proyecto pretendemos que esta Honorable Cámara se sume a la posición que nuestro gobierno en esta materia ha sostenido ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en la reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, condenando la incursión militar en territorio ecuatoriano y considerando que se trata de una violación unilateral del derecho a la integridad y soberanía territorial de otro Estado.

"Resulta inadmisible lo que ha ocurrido y se requiere de una inmediata explicación por parte de Colombia que sea completamente satisfactoria para Ecuador. No se trata ya sólo de una cuestión bilateral; tiene una dimensión regional y esta situación está prevista con abundante normativa en la Carta de nuestra Organización. Para la Argentina es un valor inmutable el principio de pleno respeto a la soberanía e integridad territorial de los Estados. No existen argumentos posibles que justifiquen una situación como la que estamos atravesando actualmente. Esta posición nacional se enraíza en las más puras tradiciones de nuestra región y de la OEA, y nuestra Organización debe ser clara en ese sentido. Bajo ninguna circunstancia se puede afectar la soberanía de un Estado miembro. La reafirmación de este principio es esencial. Hemos escuchado argumentos varios sobre la presencia de grupos armados al margen de la ley en territorio ecuatoriano como pretexto del ataque ilegal: esa es una peligrosísima línea doctrinaria que en nuestra opinión resulta inaceptable. La única prevención ante una necesidad eventual es la cooperación bilateral o regional y no su reemplazo por actos unilaterales. (...) Estamos dispuestos a colaborar con el proceso de paz y asistencia humanitaria que se desarrolla en Colombia. Ese deber ser el camino de la paz. Lo hemos demostrado probadamente en el pasado mediato y en el inmediato. El Gobierno de mi Presidenta, de Cristina Fernández de Kirchner, está dispuesto a hacerlo todas las veces que le sea requerido por las autoridades legales colombinas y dentro del marco de las instituciones del derecho internacional. Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada.", expresó nuestro representante ante la OEA, el embajador Rodolfo Hugo Gil.

Corren nuevos y promisorios vientos en Sudamérica. La confianza mutua, el diálogo y una política de integración y desarrollo general son nuestras prioridades para insertar positivamente a nuestra región en el escenario internacional. Como se ha dicho la América del Sur del siglo XXI tiene otras inclinaciones muy distintas a la guerra. Y en lo que hace a particular situación de Colombia, como afirmara nuestra presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, tenemos un compromiso firme por la paz y por la liberación de Ingrid Bentancourt y el resto de los rehenes en Colombia.

Por ello, Sr. Presidente, es que solicito la aprobación del presente proyecto.