La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación que, por intermedio de los organismos que correspondan, tenga a bien informar a esta H. Cámara:

1) ¿Cuál ha sido el porcentaje de utilización y ejecución de la partida del Presupuesto 2014 aprobado para el de- sarrollo del "Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo"?.

2) Dado que el Ministerio de Trabajo ha traspasado automáticamente a los jóvenes inscriptos en dicho Programa, al nuevo Programa ProgresAr (Programa de Respaldo a Estudiantes Argentinos), que es financiado por el Tesoro Nacional; ¿en qué otros programas o medidas, va el Ministerio a redireccionar los recursos asignados por el Presupuesto 2014, para programas para la juventud?

3) ¿Qué mecanismo de compensa- ción piensa arbitrar el Ministerio de Trabajo para aquellos jóvenes que hasta aquí venían percibiendo hasta $750 del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, e inconsultamente fueron traspasados al programa Progresar, por el que perciben sólo $600?.

4) ¿Qué porcentaje de los 504.752 anotados en el Programa Progresar, que la Presidenta anuncio el pasado 21/02 en un acto de gobierno, en la localidad de Florencio Varela, corresponde a este traspaso de listado del Ministerio de Trabajo a dicho programa, y cuantos real- mente se anotaron individualmente en la ANSES para acceder al mismo?

5) ¿Qué mecanismo prevé el Minis- terio para los jóvenes que estaban el Programa joven y que luego fueron tras- ladados al Programa Progresar, y que no pudiendo, por diversos motivos, cum- plir con la contraprestación, de presentar el certificado de estudio o de forma- ción en otros empleos u oficios habilitados, los perdieron a ambos?

Señor presidente:

El pasado 23 de febrero de 2014 la Presi- denta de la Nación lanzó el Programa Progresar, que apunta a facilitar la escolariza- ción de jóvenes de entre 18 y 24 años.

Hoy, estos jóvenes estarían entre el 10 y el 15% del total de la juventud argentina. Estos datos se basan en estimaciones del In- dec; por lo que podemos suponer que se trata de cifras superiores. O sea, esto signifi- ca un problemón social ya que cerca de 1,5 millón de jóvenes que no estudian, no tra- bajan o lo hacen en forma precaria, significa la cuestión social más crítica que tiene nuestro país y en donde se juega si tendremos futuro o no.

De todas formas, cualquier medida tendien- te a mejorar la situación de los jóvenes que no acceden a la educación y al trabajo contará con el apoyo del conjunto de la sociedad.

Sin embargo, la ayuda que el Programa ProgresAr (Programa de Respaldo a Estu- diantes Argentinos) no parece resultar en una verdadera solución.

Según la información institu- cional en la web, el Programa de Respaldo a Estudiantes Argentinos (http://www.progresar.anses.gob.ar/ ) "Es un nuevo derecho que tenés si tu edad está comprendida entre los 18 y 24 años, si no trabajas o lo haces formal o informalmente y tu ingreso es inferior al salario mínimo, vital y móvil ($3.600) y si tu grupo familiar po- see iguales condiciones, con el objetivo que logres iniciar o completar tus estudios en cualquier nivel educativo. El programa también prevé que puedas solicitar, si lo necesi- tás, la intervención del Ministerio de Desarrollo Social para ayudarte a encontrar una guardería infantil para el cuidado de tus hijos y así facilitar tus estudios. También el Ministerio de Trabajo te ofrece asistencia para que te formes en un oficio, orientación e intermediación laboral para que encuentres un empleo o mejorar el que ya tenés.

El monto de la prestación es de $600. Se paga el 80% ($480) a partir de la inscripción y se retiene un 20%($120) todos los meses. En los meses de marzo, julio y noviembre de cada año tenés que traer un certificado que acredite que seguís estudiando. Cada vez que traés un certifi- cado, se paga el 20% retenido en el cuatrimestre. La prestación es compatible con la prestación por Desempleo."

Es interesante la aclaración que esta página hace a la pregunta de "¿Si no cumplo con los requisitos del Programa Progresar y tengo entre 18 y 24 años de edad, puedo participar de otro programa orientado a la búsqueda de la capacitación y el empleo? Sí, el Ministerio de Trabajo te ofrece el Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo."

Al respecto, Daniel Menén- dez, de Barrios de Pie, expresó: "En el momento en que ProgresAr fue anunciado, nos resultó curioso que la Presidenta no mencione que ya existe un Programa de características similares, sólo que el monto que se percibe es mayor (y aún insuficiente). El Programa Joven, del cual muchos jóvenes de nuestro movimiento participan, también está destinado a jóvenes de 18 a 24 años que no tienen trabajo. La Educación es también eje central del Programa Joven, ya que se trata de una capaci- tación para el trabajo sólo que en este caso los beneficiarios perciben hasta $750 mensuales en vez de $600. Hace unos días nos enteramos de qué esconde el nuevo programa, y por qué la Presidenta no mencionaba el anterior: el ProgresAr viene a desmantelar a los demás programas sociales juveniles, poniéndoles un nuevo nombre, absorbiendo entre tantos a los 100 mil jóvenes que ya se encontraban en el Programa Joven y que ahora pasarán automáticamente a ser beneficiarios del nuevo Programa. En otras palabras, la Presidenta ha anunciado un nuevo Programa que lo único que hace es traspasar a jóvenes de un listado a otro, y para que para colmo perciban una ayuda monetaria menor. Parece que para el Estado los jóvenes no son más que un número. Lo cierto es que el Programa Joven se viene implementando hace varios años, y no se ven mejoras en las posibilidades de inserción laboral de los jóvenes. Nos gustaría que la Presidenta explique qué va a cambiar entre este Programa y el anterior y en qué se basa para afirmar que se trata de "un proyecto de vida para todos los argentinos".

Consideramos que mover beneficia- rios de un Programa estatal a otro no es más que un engaño.

100.000 jóvenes beneficiarios del "Progra- ma Joven con más y mejor empleo" pasan automáticamente a ser beneficiarios del programa Progresar. Lo que nadie sabe aún, es si los jóvenes que se encuentran bajo otros programas sociales provinciales, también van a ser automáticamente traspasa- dos.

Julieta Smullevich, respon- sable nacional de Jóvenes de Pie, agregó: "lo que nosotros vemos en los barrios, es que los jóvenes en realidad no se estaban inscribiendo al Progresar en masa, porque la contraprestación de ir a la escuela es difícil cuando son pibes que tienen que traba- jar por ser padres o madres de familia, lo que hizo el gobierno fue incluir otras contra- prestaciones al Progresar, por ejemplo los CFP (centros de formación profesional), el programa de entrenamiento, los Poi (programa de orientación e inducción al mundo del trabajo) para poder aumentar la cantidad de inscriptos en aquel, así no termina siendo un fracaso más en materia de política pública juvenil."

Por otra parte, la realidad muestra, que los pibes no es que no van a estudiar, porque solamente les faltan esos $600. En realidad, todos sabemos que ese dinero, tampoco cubre la canasta bá- sica de elementos que un joven necesita para ir al colegio: útiles, libros, almuer- zos/meriendas, pasajes en colectivo o tren, etc. Ni hablar de los colegios. Nadie habla de cuantos chicos hoy por hoy se quedan sin vacantes. Tan sólo ver el conflicto en estos meses desatado nada más y nada menos que en la Capital Federal, por la falta de vacantes - la Ciudad con más recursos del país-, ni pen- sar la realidad del interior y conurbanos de nuestro país.

En resumen, para demostrar que el Pro- gresar anda bien, le pasaron unos 100.000 pibes del Programa Joven, y de esta forma están desmantelando los programas destinados a los jóvenes, para poner en pie, otro. Pero el Ministerio de Trabajo tenía un determinado presupuesto aprobado que debía destinarse a la ejecución del Programa joven, y ahora este fue achicado, y no queda claro en qué van usar esos recursos que ya tenían disponibles y aprobados; ya que como la Presidente se encargó de aclarar en su lanzamiento, este Programa - el Pro- gresar - no lo financia la Anses, ni ningún otro Ministerio Nacional, sino el Tesoro na- cional.

Por su parte, en aquel acto de lanzamiento del Progresar, Cristina expresó: "Se van a necesitar muchas décadas para recuperar en la Argentina tanto daño social", en referencia a los años de neolibe- ralismo que achicaron el Estado y su cobertura social. Pero como explica su Ex secre- tario de Políticas Sociales de la Nación y ex ministro de Desarrollo Social de la provin- cia de Buenos Aires, Daniel Arroyo: "Este fenómeno no es nuevo, pero sin dudas se ha agudizado en los últimos años. Los jóvenes "ni ni" surgen como producto de la crisis social, el desempleo y la movilidad social descendente de los 90 que llevó a que, por primera vez en Argentina, la generación de los hijos estuviera peor y tuviera menos oportunidades que la de sus padres. En ese período se consolida la tercera generación de no trabajo -jóvenes que no han visto ni a su padre ni a su abuelo traba- jar con continuidad -. Pero el neoliberalismo y los 90 no son la única razón de la situación de hoy: a 14 años de iniciados los 2000 siguen afuera de todo."

Nos llama la atención que la presidente también haya mencionado, en este lanzamiento que: "El Estado les está dando el instrumento, las herramientas para poder ayudar e ir a buscar a esos jóve- nes, para arrebatárselos a otros, que los han tomado porque fueron demasiadas dé- cadas de ausencia", como si hubiesen llegado al gobierno hace unos meses. A los llamados "NI-NI" se los reconoce recién ahora.

Creemos que en este momento de crisis social y económica que atraviesa el país, todos los recursos deben utilizarse transpa- rentemente y al máximo; por eso este Programa aisladamente, que simplemente viene a reemplazar, en la práctica, otros que ya existían, pero igualmente fracasaron, no ayuda realmente a estos jóvenes y dejan en palabras huecas todo lo dicho por la pre- sidenta.

La realidad indica que es necesaria una reforma que reforme los objetivos de la escuela secundaria y los vincule con los secto- res productivos y los intereses de los jóvenes, que incorporan muy rápido las nuevas tecnologías.

La mayoría de los estudios sociológicos indican que son muy pocos los jóvenes que "nunca" estudian ni trabajan. En la mayo- ría de los casos entran y salen: están un tiempo en la escuela, no logran sostenerse y se quedan afuera o enganchan un trabajo con mucha dificultad que, generalmente, no termina de darles continuidad. El hacinamiento y las adicciones aumentan los pro- blemas. Esta es una realidad de la que muchos son víctimas y se completa con una creciente estigmatización que los identifica como culpables de la inseguridad. A esto hay que agregar el alto porcentaje de embarazo adolescente que reproduce nueva- mente el esquema de hacinamiento y vuelve a complicar las cosas.

Así, un serio problema es que el que estu- dia y trabaja no es al que le va mejor en el barrio, con lo cual la lectura que cualquier joven puede hacer es que la movilidad social ascendente no pasa hoy por el trabajo, sino por los caminos alternativos.

En la última década se profundizó el au- mento de venta de droga en los barrios, el mayor acceso a armas y la idea de que hay caminos alternativos que parecen ser más rentables que el estudio y el trabajo. Que en estos días se haya abierto esta discusión entre el Ministro de Defensa Rossi y el Teniente Coronel Berni, de asumir que también somos un país "productor" de drogas, y no solo de tránsito, es porque en los últimos 10 años el Gobierno fracasó rotunda- mente en su política nacional contra el narcotráfico, desnudando su relato de que es un problema sólo de Santa Fé.

En este sentido, denuncian que en Salta hay sólo 130 policías federales en toda la provincia, con competencia legal para inter- venir en operativos antinarcóticos; y en Jujuy apenas 70, y por otro lado, los pocos radares en aquella zona tampoco funcionan las 24hs. Es un chiste de mal gusto que Berni salga a decir que la lucha contra el narcotráfico en el país es eficiente, mientras en el resto de las provincias, cada tanto surgen escándalos políticos en los cuales fun- cionarios kirchneristas aparecen con grandes cargamentos en sus propias casas como el concejal salteño Luis Arturo Cifre (48), presidente del Concejo Deliberante de Joa- quín V. González y miembro del Frente para la Victoria, a quien Gendarmería Nacional detuvo en Salta junto a nueve personas cuando estaban a punto de mandar desde la Argentina hacia Europa 357 kilos de cocaína; o como el ex concejal del Frente para la Victoria del municipio de Malvinas Argentinas, José Marcelo Duarte, quien fue deteni- do en su casa de Los Cardales, con 53 kilos de cocaína.

Está claro que el Gobierno no combate realmente al narcotráfico, cuando las fuerzas de seguridad con competencia para eso, como la Federal, las tenemos concentradas en Capital cuidando partidos de fútbol, o como Gendarmería, patrullando los municipios de su signo político; en vez de atender las fronteras que son un colador de grandes agujeros que permiten que se extienda el tráfico de drogas y las bandas narcos.

No planteamos todo esto desde la nega- ción a todo lo hecho tampoco. El Estado ha dado algunas respuestas como la asigna- ción universal y algunos otros Programas de empleo; sin embargo, el problema es claramente de una escala mayor y por eso se requieren nuevos instrumentos, muchos recursos, articulación de acciones y una política de Estado que fije como prioridad la inclusión.

El esquema de transferir $ 600 por mes para que los jóvenes completen el ciclo educativo parece una buena iniciativa en la medida en que, sin un incentivo económico, difícilmente el Estado pueda dar o vincu- larse con los jóvenes excluidos que están en los "no lugares" -en la esquina, en la plaza, en la puerta de un kiosco, etc. -. Ahora bien, está claro que con ello no alcanza en absoluto y que la sola transferencia de dinero no va a generar un cambio en las condiciones de vida o en las oportunidades de los jóvenes. De allí la necesidad de avanzar en varias acciones que complementen la transferencia de dinero, y por ejem- plo, recursos que ya no van estar usados en los programas aprobados para la juven- tud, como el mencionado Programa Joven, creemos que deberían redireccionarse en herramientas para transformar la realidad de éstas personas que son el futuro de nuestro país, urgentemente. Hay muchas iniciativas que creemos importante iniciar con rapidez, como: generar una red de tutores creíbles a los que los jóvenes sientan que no deben fallarles y que los ayuden a sostenerse en el trabajo o en la escuela. La clave es acompañar y generar espacios de capacitación y entrenamiento en función de sus perfiles y preferencias. Impulsar eficazmente el derecho al primer empleo a través de exenciones impositivas a las actividades productivas que incorporen masivamente a jóvenes. También masificar el crédito bancario a los jóvenes al que no acceden por falta de garantías, lo que favorecería la vocación emprendedora y el desarrollo de in- novaciones productivas. Otra medida importante debería ser la de crear un sistema dual en la escuela secundaria, entre ésta y el trabajo. De hecho, gran parte de los jó- venes desocupados tiene secundaria completa. Para achicar esa brecha, la idea es ir a un sistema dual, donde en los últimos años un joven está en la escuela y además hace pasantías o capacitaciones específicas, de modo que pueda empalmar estudio y trabajo. También hay que masificar y mejorar las escuelas de oficios locales, como otra alternativa importante para la inserción de muchos jóvenes en la economía social, ya que se trata de una formación dinámica, flexible y, sobre todo, vinculada a la pro- ducción local.

Finalmente, es imprescindible que el Se- dronar ocupe el rol para el que fue creado, en el Combate a la Venta de Droga - no quedando sólo en manos de las fuerzas de seguridad, las que además hoy por hoy, están altamente cuestionadas, por su involucramiento visible y evidente en el negocio y expansión del narcotráfico-. Es claro que aumentó la venta de droga en los barrios y que una "changuita" paga menos que la venta de droga. Y hay familias que se pregun- tan si no es más conveniente poner una cocina de paco que esforzarse en actividades lícitas. Para enfrentar esto, hay que generar un esquema institucional especial -por fuera del esquema de seguridad actual - con la única función de detectar los puntos de venta y eliminarlos.

El día 21 de febrero reapareció la Presiden- ta anunciando que de los 504.752 anotados en el Programa, unos 185 mil ya están habilitados a comenzar a cobrar el beneficio desde el mes que viene por haber presen- tado la documentación que certifica sus estudios; al mismo tiempo que insisten en la mentira de que en este último trimestre del 2013, se llegó con el índice de desocupa- ción más bajo desde 2003 hasta la fecha, 6,4 por ciento de desocupación, entre el que la franja entre los 18 y los 24 años tenía un porcentaje de desocupados del 18 por ciento. Sabemos la realidad oculta -y grave- tras ese indicador del sólo 6.4% de des- ocupación, que el Gobierno mide a través del cuestionado INDEC.

La idea de que los jóvenes son el futuro es buena si logramos que tengan presente. Desarrollar acciones que realmente impacten sobre sus vidas cotidianas, recuperen el sentido del esfuerzo y la búsqueda del pro- greso, es la prioridad que nos permitirá construir la Argentina del mañana.

En virtud de todo lo expuesto es que solici- to la aprobación del presente pedido de informes.