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PROYECTO DE TP


Expediente 0360-D-2006
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE EL AUMENTO DE LAS INFECCIONES DEL MAL DE CHAGAS - MAZZA.
Fecha: 08/03/2006
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 6
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de la Jefatura del Gabinete de Ministros y el Ministerio Salud y Ambiente,
a) informe a este Cuerpo respecto de si existen estadísticas actualizadas a nivel ministerial que den cuenta de un aumento de la cantidad de nuevas infecciones de Mal de Chagas-Mazza;
b) realice una evaluación de la implementación del Programa Nacional de Control de Vectores, su eficacia, presupuesto, asignaciones, interacción con programas en las diferentes jurisdicciones, etc.
c) diseñe e implemente modificaciones a dicho programa, o un nuevo Programa Nacional de Fumigación contra la Vinchuca, capaz de neutralizar el crecimiento del vector registrado en los últimos años.
d) instituya un ámbito de coordinación y articulación de acciones de los tres niveles de gobierno (nacional, provincial y municipal) para una eficaz aplicación del programa en todo el país.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


De acuerdo a datos difundidos por la prensa nacional, están aumentando sensiblemente los casos de mal de Chagas.
Este es el drama que enfrentan los pobladores de las zonas de riesgo de la Argentina, en las provincias de Santiago del Estero, Formosa, San Juan, La Rioja, Córdoba, Chaco, Corrientes, Salta y Santa Fe: las poblaciones donde se interrumpieron las campañas de desinsectación están registrando un aumento de la notificación de casos agudos de la enfermedad.
Una sola hembra de Triatoma infestans -el insecto que conocemos como vinchuca, vector del parásito que causa el mal de Chagas, el Tripanosoma cruzi)- es capaz de poner cuatro huevos por día durante meses.
Primero, la reinfestación aparece lentamente, pero después se acelera. Tal lo sostiene el doctor Ricardo Gürtler, del Laboratorio de Eco-epidemiología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, en declaraciones a un matutino porteño.
Gürtler es el primer autor de un trabajo sobre la incidencia del mal de Chagas que acaba de publicarse en la revista American Journal of Tropical Medical Hygiene, en el que también participaron investigadores del Instituto Mario Fatala Chabén, del Centro de estudios Epidemiológicos de la Academia nacional de Medicina, y del Laboratorio de Poblaciones de las universidades Rockefeller y Columbia, de Nueva York.
Sus hallazgos son preocupantes: después de un descenso durante la década del noventa, con tres o cuatro casos agudos anuales hacia el final del período, en los últimos cinco años las notificaciones están volviendo a aumentar. Avances realizados en el laboratorio, como la decodificación del genoma del Tripanosoma cruzi, anunciado hace unos días, no alcanzan para cambiar esta realidad.
"Ya hay 24 casos agudos notificados durante el año último en cinco provincias", dice Gürtler. Si se tiene en cuenta que sólo el 5% de los casos tiene algún tipo de signo o compromiso clínico (como el ojo hinchado o un bulto elástico en el lugar de la picadura), habría que multiplicar esa cifra por veinte para obtener el número aproximado de nuevos casos.
"Estamos viendo la punta del iceberg", advierte el investigador. Aunque no hay evidencia de que sean más susceptibles, el hecho de que la mayoría de los registros corresponde a chicos menores de diez años agrega -si cabe- aún más urgencia a este doloroso escenario.
El trabajo de Gürtler y colegas intenta encontrar las causas de este insidioso deterioro. Entre otras cosas, lo que los científicos descubrieron es que a los tres años de haber sido rociadas con insecticida hay un buen porcentaje de viviendas que se reinfestan. A los cinco, ya hay nuevos casos agudos en los chicos.
"Nosotros empezamos a trabajar en el 92 con el programa de Chagas del Instituto Fatala Chabén y la Universidad Rockefeller -detalla el científico-. Una de las cosas que descubrimos es que el talón de Aquiles en la lucha contra la vinchuca es que el insecticida no funciona bien en los alrededores peridomiciliarios, de modo que si no se hace nada, entre tres y cinco años después uno ya tiene casos nuevos. El problema es que hace entre cinco y ocho años que no se está rociando. ¿Qué se puede esperar? Lo que se está viendo. Y va a seguir habiendo más casos si no cambia el programa."
Según los investigadores, los programas nacional y provinciales contra el mal de Chagas tienen dificultades operativas para mantener una acción continuada en el tiempo.
"El Programa Nacional de control de Vectores tiene cinco delegaciones -cuenta Gürtler-. Santiago, Chaco y Formosa no tienen un programa propio operativo, porque carecen de presupuesto provincial y porque el Chagas no representa una prioridad política. Van, rocían una zona, pero aunque haya voluntad, la posibilidad de volver es muy limitada." Parte de la explicación radica en el escaso presupuesto: ocho millones y medio de pesos anuales; es decir, un millón y medio menos que en la década del noventa. "Si se calcula lo perdido por la devaluación, es la tercera parte de lo que era", afirma Gürtler.
Otro dato importante es que rociar las casas con insecticida no es tarea sencilla. "Hay que sacar todo lo que hay dentro de la vivienda y rociar todo el interior, no sólo paredes y techos -agrega-. Son dos horas de trabajo de dos a tres personas y se calcula que hay entre 800.000 y 1.000.000 de viviendas en la zona de riesgo. Es decir que se requiere conocimiento técnico, pero toda la gente que sabe hacerlo se está jubilando. El promedio de edad está entre los 58 y los 60 años, y no hay ninguna posibilidad de reemplazarlos o de que transfieran sus conocimientos a gente más joven."
Los investigadores estiman que si personal bien entrenado rociara cada dos o tres años las viviendas infestadas, el riesgo de contagio se mantendría prácticamente en cero. "Sin presupuesto asignado y sin recursos operativos, no hay forma -dice Gürtler-. Y sin embargo, sería posible..."
A principios de la década del noventa, la Argentina firmó la Iniciativa del Cono Sur para la Eliminación del Triatoma infestans, un programa que asume que sería posible erradicar la vinchuca.
"Brasil, Chile y Uruguay lograron un éxito para mí sorprendente en zonas típicamente chagásicas", afirma el doctor Ricardo Gürtler sobre las acciones realizadas en países vecinos en el marco de este acuerdo. Se refiere a las encaradas por los sistemas de salud, que atacaron el problema de plano.
"Los chilenos fueron muy coherentes en la lucha contra el vector -dice-, y hoy día encuentran muy pocas vinchucas. En Brasil, el año último se encontraron 40 ejemplares en todo el país."
Y agrega: "Nosotros creemos que hacemos las cosas bien, pero no es cierto. Si bien la situación no se ha revertido a lo que ocurría en la década del ochenta, lo terrible es que a esta velocidad podemos llegar a ese pasado dentro de no mucho tiempo. Lo que muestran estos trabajos es que hay que mantener programas continuos y coherentes. El problema es que la población afectada por el Chagas no tiene peso político..."
Por lo expuesto, y por los argumentos adicionales que, de ser necesario, expresaremos ante las comisiones que asesoren respecto de este tema y en el recinto cuando sea tratado, requerimos a la Cámara de Diputados de la Nación la aprobación del presente Proyecto de Resolución.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
CANTEROS, GUSTAVO JESUS ADOLFO CORRIENTES PROYECTO CORRIENTES
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia)