La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su profunda preocupación ante las reiteradas cancelaciones de vuelos internacionales y de cabotaje que las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral líneas aéreas realizan a diario.

Señor presidente:

Según fuentes de Aerolíneas Argentinas, la situación se generó, esta vez, por la renuncia de algunos pilotos de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) a su condición de instructores, lo que impide que sean acompañados por copilotos con formación pero sin experiencia, como sucedía hasta ahora.

"Es una forma encubierta de extorsión. Acabamos de incorporar algunos aviones Airbus 320 y eso genera que necesitemos pilotos que también sean instructores. La renuncia anoche [por anteanoche] de estos pilotos impide que partan los vuelos. Es un capricho sindical", acusó una fuente de Aerolíneas Argentinas.

En APLA, en cambio, decían que los pilotos hacían un "esfuerzo especial" para que los vuelos continuaran saliendo. "Aerolíneas Argentinas sobrevendió pasajes como lo viene haciendo últimamente y los pilotos sufrimos las consecuencias", dijo a LA NACION Javier Pérez Tamayo, vocero de APLA, que negó que hubiera un reclamo sindical de fondo.

Continúan las intensas negociaciones entre la empresa y el gremio. "Estamos haciendo un esfuerzo para poder resolver la situación. Hay conversaciones constantes con el gremio para intentar que esto se termine lo más pronto posible y los pasajeros puedan volar", explicó la misma fuente de Aerolíneas.

Si el conflicto no se resuelve, todos los vuelos internacionales se pondrían en peligro. "Al suspenderse estos vuelos se forma una rueda que puede desencadenar en la interrupción total de los vuelos internacionales programados", admitió.

"Nos preocupa mucho que los pilotos se muestren intransigentes. Todos estos son artilugios legales para acorralarnos y apretarnos. Si esto sigue, no llegarán otros aviones A320 que están en el exterior y que también deben hacer vuelos internacionales", dijeron en Aerolíneas.

En total, eran cerca de 200 las personas varadas al cierre de esta edición en Ezeiza, en donde se vivían momentos de tensión por la impaciencia de los pasajeros, lo que obligó a establecer un fuerte operativo policial por parte de la Policía de Seguridad Aeropuertuaria.

Fuentes de la Asociación Personal Aeronáutico (APA), que agrupa a todos los trabajadores de tierra del aeropuerto de Ezeiza, indicaron en declaraciones televisivas que en "ante cualquier tipo de agresión de parte de los pasajeros retirarían todo el personal".

Entre los pasajeros sólo había bronca. Graciela de Kuchen llegó anteayer a Buenos Aires desde Santa Fe con sus hijos para pasar unas vacaciones en Orlando, pero el conflicto le retrasó los planes. "Ya tenemos todo contratado en Estados Unidos y no sabemos qué hacer", se quejó.

"Estuve todo el día en el aeropuerto y recién ahora me dicen que el vuelo fue cancelado. No lo puedo creer", se resignó Eliana Ewald, que volvía a Miami después de pasar unas vacaciones en la Argentina.

La desinformación era el común denominador entre los pasajeros. "Llegué hace un rato y nadie me avisó de la situación. Viajo por trabajo y no tengo salida", dijo Osvaldo Martínez, que viajaba a Barcelona.

Lo sucedido anoche entre Aerolíneas Argentinas y APLA se suma a una serie de conflictos que a esta altura son recurrentes. El último episodio se produjo el 12 de enero, cuando el aeropuerto de Ezeiza estuvo al borde del colapso a raíz de los graves incidentes protagonizados por pasajeros de Aerolíneas, que reaccionaron enfurecidos por la falta de información sobre la partida de sus vuelos. La rotura de una puerta de vidrio y agresiones a guardias de seguridad y a un vocero de la compañía aérea ese día impidieron incluso la salida de vuelos de otras empresas durante cinco horas.

Por lo expuesto precedentemente solicito la aprobación de la presente Declaración.