CULTURA
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P04 Oficina 401
Secretario Administrativo SR. FERNANDEZ CARLOS DANIEL
Martes 17.00hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2402 Internos 2402/56/59
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- CULTURA
Reunión del día 26/08/2014
- PRIE
- En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los veintiséis días del mes de agosto de 2014, a la hora 12 y 37:
SRA. PRESIDENTA CONTI Damos comienzo a la reunión conjunta de lascomisiones de Asuntos Constitucionales, Legislación General, Cultura y Presupuesto y Hacienda.
Con fecha 2 de julio de este año, los señores diputados Graciela Camaño, Oscar Martínez y Adrián Pérez, me impusieron reglamentariamente, como presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, la tarea de encarar el tratamiento del proyecto de ley venido en revisión del Honorable Senado por el que se declara de utilidad pública y sujeto a expropiación, por su valor histórico y cultural, el inmueble de la Confitería del Molino, ubicado en la esquina de esta manzana legislativa.
La comisión intentó abocarse al tratamiento, pero viendo el giro y la entidad que tenía este proyecto de ley, resolvimos junto con el señor diputado Cortina, que ha sido autor de una iniciativa sobre el tema, y otros señores legisladores, realizar este plenario de comisiones para iniciar la consideración de este asunto.
Aclaro que esta decisión no la consulté con los presidentes de las demás comisiones. Varias veces se intentó aprobar legislativamente esta iniciativa. Alberto Balestrini, que nos está mirando y escuchando, cuando fuera presidente de la Honorable Cámara, con su proyecto de ley,quiso mejorar este patrimonio legislativo que se ha ido construyendo históricamente alrededor de la manzana en la que estamos ubicados.Bajo esta concepción estamos sesionando en el ámbito de este plenario de comisiones.
Nos parece que la manera más ordenada de llevarlo adelante, a fin de que losoradores puedan exponer sus puntos de vista y que ello conste en la versión taquigráfica, es escuchar, en primer término, al autor del proyecto que dio origen a la sanción del Senado, el ex legislador Samuel Cabanchik, y posteriormente, al señor diputado Roy Cortina, quien pidió expresamente exponer su postura respecto de este tema. También vamos a ceder la palabra al señor Marcos Martín, en representación de la Sociedad Central de Arquitectos, quienasistió acompañado de otros técnicos. Asimismo, se ha hecho presente la señora Roccatagliata, en nombre de los propietarios, quien solicitó que le demos un espacio para que su abogado, el doctor Sánchez Sopeña, nos dirija unas palabras.
Luego de ello, abriremos el debate a quienes quieran hacer uso de la palabra.
La señora diputada Bianchi tiene especial interés en el tema y está anotada en primer lugar en la lista de oradores. Luego escucharemos al señor diputado Tonelli y a la señora diputada Mazure.
Por otra parte, el señor presidente de la Honorable Cámara ha sido invitado, y nos interesa particularmente escuchar su opinión, porque más allá del traslado de la Capital Federal a Santiago del Estero, iniciativa que vamos a acompañar, el devenir histórico hará que esta manzana legislativa quede como un hito en la conciencia patriótica de todos los argentinos. El señor diputado Julián Domínguez se hará presente en cualquier momento y nos dirigirá unas palabras.
Si están de acuerdo, para comenzar cederemos la palabra al senador, mandato cumplido, Samuel Cabanchik, autor del proyecto que originó la sanción del Senado.
Con fecha 2 de julio de este año, los señores diputados Graciela Camaño, Oscar Martínez y Adrián Pérez, me impusieron reglamentariamente, como presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, la tarea de encarar el tratamiento del proyecto de ley venido en revisión del Honorable Senado por el que se declara de utilidad pública y sujeto a expropiación, por su valor histórico y cultural, el inmueble de la Confitería del Molino, ubicado en la esquina de esta manzana legislativa.
La comisión intentó abocarse al tratamiento, pero viendo el giro y la entidad que tenía este proyecto de ley, resolvimos junto con el señor diputado Cortina, que ha sido autor de una iniciativa sobre el tema, y otros señores legisladores, realizar este plenario de comisiones para iniciar la consideración de este asunto.
Aclaro que esta decisión no la consulté con los presidentes de las demás comisiones. Varias veces se intentó aprobar legislativamente esta iniciativa. Alberto Balestrini, que nos está mirando y escuchando, cuando fuera presidente de la Honorable Cámara, con su proyecto de ley,quiso mejorar este patrimonio legislativo que se ha ido construyendo históricamente alrededor de la manzana en la que estamos ubicados.Bajo esta concepción estamos sesionando en el ámbito de este plenario de comisiones.
Nos parece que la manera más ordenada de llevarlo adelante, a fin de que losoradores puedan exponer sus puntos de vista y que ello conste en la versión taquigráfica, es escuchar, en primer término, al autor del proyecto que dio origen a la sanción del Senado, el ex legislador Samuel Cabanchik, y posteriormente, al señor diputado Roy Cortina, quien pidió expresamente exponer su postura respecto de este tema. También vamos a ceder la palabra al señor Marcos Martín, en representación de la Sociedad Central de Arquitectos, quienasistió acompañado de otros técnicos. Asimismo, se ha hecho presente la señora Roccatagliata, en nombre de los propietarios, quien solicitó que le demos un espacio para que su abogado, el doctor Sánchez Sopeña, nos dirija unas palabras.
Luego de ello, abriremos el debate a quienes quieran hacer uso de la palabra.
La señora diputada Bianchi tiene especial interés en el tema y está anotada en primer lugar en la lista de oradores. Luego escucharemos al señor diputado Tonelli y a la señora diputada Mazure.
Por otra parte, el señor presidente de la Honorable Cámara ha sido invitado, y nos interesa particularmente escuchar su opinión, porque más allá del traslado de la Capital Federal a Santiago del Estero, iniciativa que vamos a acompañar, el devenir histórico hará que esta manzana legislativa quede como un hito en la conciencia patriótica de todos los argentinos. El señor diputado Julián Domínguez se hará presente en cualquier momento y nos dirigirá unas palabras.
Si están de acuerdo, para comenzar cederemos la palabra al senador, mandato cumplido, Samuel Cabanchik, autor del proyecto que originó la sanción del Senado.
SR. CABANCHIK Muchas gracias, señora presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales por invitarme a hacer uso de la palabra y presentar el proyecto ante todos ustedes.
Por supuesto, agradezco también a los diputados y diputadas integrantes de las diversas comisiones, y a todos los presentes. En esta sala se nota el interés que promueve la oportunidad que tenemos hoy de concretar una iniciativa que ya fue objeto de muchos intentos, como bien dijo la señora presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, señora diputada Diana Conti.
Nosotros recogimos el guante de la preocupación manifestada por el Congreso Nacional en los distintos proyectos formulados en la Cámara de Diputados. Hubo una media sanción que luego se cayó en el Senado, y en 2010 presentamos un proyecto que recogía alguna de esas inquietudes, proponiendo una visión propia sobre el tema.
Volvimos a presentar dicha iniciativa y se discutió suficientemente en la Cámara de Senadores hasta conseguir unanimidad. Aclaro que la sanción que hoy ustedes consideran fue votada por unanimidad en el Senado.
Por lo que he podido conversar con los distintos sectores, dada la existencia de muchos proyectos de otros bloques, esta sigue siendo la posibilidad para que, desde el Congreso Nacional, ayudemos a este extraordinario ejemplar del Art Nouveau -quizás el principal de la Argentina, que forma parte de un catálogo de monumentos de interés internacional, y que está protegido por leyes nacionales dentro de nuestro patrimonio histórico- y finalmente concretemos lo que tantos legisladores intentaron y soñaron en su oportunidad.
Creemos que el proyecto interpreta la voluntad general del transeúnte común, porteño o de cualquier lugar del país, que cuando pasa y ve cerrada la Confitería del Molino siente una tristeza, que es compartida por todos. Seguramente, si luego hacen uso de la palabra los propios dueños, testimoniarán en el mismo sentido.
En primer término, debemos agradecer la visión de Cayetano Brenna, que tuvo una familia de inmigrantes y luego una familia argentina, como herencia, por haber construido la Confitería del Molino, ya que, en última instancia, todos hemos disfrutado de ella.
Esa visión debe agradecerse y reconocerse como el primer paso para este proyecto en el que el Congreso Nacional pone al Estado a funcionar en el rescate de algo que ya lleva muchos años de postergación, pues en enero de 1997 la Confitería del Molino cerraba sus puertas para nunca más abrirlas.
No voy a leer nuestro proyecto, artículo por artículo, porque ya lo han trabajado y, además, coincide con muchas otras iniciativas; pero sí quiero transmitir el concepto en el que se funda. Nuestra intención es que se reabra la Confitería del Molino, que recobre todo el esplendor que tuvo alguna vez, en el sentido de ser una puerta abierta hacia el pasado, hacia un nuevo presente, que protagonizará junto con todos nosotros, y hacia el futuro.
Por eso, luego de autorizar al Poder Ejecutivo y que se efectivice la expropiación -según la tasación del Tribunal de Tasaciones- y la puesta en valor del edificio, la idea es que la confitería se vuelva a dar en concesión, que vuelva a reabrir sus puertas, que también incluso puedan ser recuperados los patrimonios que forman parte de la memoria colectiva. Por ejemplo, el postre "Leguisamo" fue famoso en todo el mundo, y se hacía allí.
Parece extraño estar hablando de repostería, pero todo hace a la memoria colectiva, es decir, lo que se vivió en la confitería, los escritores que poblaron las mesas del Molino. Estamos hablando de poetas y escritores de primer nivel de la Argentina como Roberto Arlt u Oliverio Girondo, que estuvieron allí.
Pero también Alfredo Palacios, Perón y tantos otros políticos pasaron por la Confitería del Molino. En esa confitería se dieron acontecimientos políticos. Allí se lanzó el FREPASO; hubo reuniones para constituir la Alianza.
Es decir, la memoria política colectiva es de todos los sectores; y, de alguna manera, lo que intentamos es reabrir el Molino a un nuevo presente.
También nos gustaría que la memoria histórica se haga presente para las nuevas generaciones. Por eso, quisiéramos que allí funcione un museo histórico, y de cara al futuro, un museo de arte que promueva las nuevas visiones que nuestros jóvenes tienen para aportar a un país siempre en marcha. Esta es la filosofía de nuestro proyecto.
¿Por qué el Congreso Nacional? El Congreso tiene esa proximidad histórica y geográfica con el Molino, porque de alguna manera el Molino fue un anexo de facto de la Cámara de Diputados, cuando ésta no tenía suficiente espacio, o simplemente por el placer mismo desentarse en las mesas del Molino; allí se elaboraron proyectos de ley; allí se llegó a acuerdos políticos importantes.
Creo que esto trasciende las distintas vertientes de la política que es agonística naturalmente en muchos otros planos; pero me parece que en este, un plano que reclama la cultura, la memoria, la identidad de esta ciudad y de la Argentina toda, el Molino no es sólo de porteños y para porteños, nos da la oportunidad de hacer, desde la política, algo que en última instancia será una fiesta. Muchas gracias por dejarme exponer ante ustedes. (Aplausos.)
Por supuesto, agradezco también a los diputados y diputadas integrantes de las diversas comisiones, y a todos los presentes. En esta sala se nota el interés que promueve la oportunidad que tenemos hoy de concretar una iniciativa que ya fue objeto de muchos intentos, como bien dijo la señora presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, señora diputada Diana Conti.
Nosotros recogimos el guante de la preocupación manifestada por el Congreso Nacional en los distintos proyectos formulados en la Cámara de Diputados. Hubo una media sanción que luego se cayó en el Senado, y en 2010 presentamos un proyecto que recogía alguna de esas inquietudes, proponiendo una visión propia sobre el tema.
Volvimos a presentar dicha iniciativa y se discutió suficientemente en la Cámara de Senadores hasta conseguir unanimidad. Aclaro que la sanción que hoy ustedes consideran fue votada por unanimidad en el Senado.
Por lo que he podido conversar con los distintos sectores, dada la existencia de muchos proyectos de otros bloques, esta sigue siendo la posibilidad para que, desde el Congreso Nacional, ayudemos a este extraordinario ejemplar del Art Nouveau -quizás el principal de la Argentina, que forma parte de un catálogo de monumentos de interés internacional, y que está protegido por leyes nacionales dentro de nuestro patrimonio histórico- y finalmente concretemos lo que tantos legisladores intentaron y soñaron en su oportunidad.
Creemos que el proyecto interpreta la voluntad general del transeúnte común, porteño o de cualquier lugar del país, que cuando pasa y ve cerrada la Confitería del Molino siente una tristeza, que es compartida por todos. Seguramente, si luego hacen uso de la palabra los propios dueños, testimoniarán en el mismo sentido.
En primer término, debemos agradecer la visión de Cayetano Brenna, que tuvo una familia de inmigrantes y luego una familia argentina, como herencia, por haber construido la Confitería del Molino, ya que, en última instancia, todos hemos disfrutado de ella.
Esa visión debe agradecerse y reconocerse como el primer paso para este proyecto en el que el Congreso Nacional pone al Estado a funcionar en el rescate de algo que ya lleva muchos años de postergación, pues en enero de 1997 la Confitería del Molino cerraba sus puertas para nunca más abrirlas.
No voy a leer nuestro proyecto, artículo por artículo, porque ya lo han trabajado y, además, coincide con muchas otras iniciativas; pero sí quiero transmitir el concepto en el que se funda. Nuestra intención es que se reabra la Confitería del Molino, que recobre todo el esplendor que tuvo alguna vez, en el sentido de ser una puerta abierta hacia el pasado, hacia un nuevo presente, que protagonizará junto con todos nosotros, y hacia el futuro.
Por eso, luego de autorizar al Poder Ejecutivo y que se efectivice la expropiación -según la tasación del Tribunal de Tasaciones- y la puesta en valor del edificio, la idea es que la confitería se vuelva a dar en concesión, que vuelva a reabrir sus puertas, que también incluso puedan ser recuperados los patrimonios que forman parte de la memoria colectiva. Por ejemplo, el postre "Leguisamo" fue famoso en todo el mundo, y se hacía allí.
Parece extraño estar hablando de repostería, pero todo hace a la memoria colectiva, es decir, lo que se vivió en la confitería, los escritores que poblaron las mesas del Molino. Estamos hablando de poetas y escritores de primer nivel de la Argentina como Roberto Arlt u Oliverio Girondo, que estuvieron allí.
Pero también Alfredo Palacios, Perón y tantos otros políticos pasaron por la Confitería del Molino. En esa confitería se dieron acontecimientos políticos. Allí se lanzó el FREPASO; hubo reuniones para constituir la Alianza.
Es decir, la memoria política colectiva es de todos los sectores; y, de alguna manera, lo que intentamos es reabrir el Molino a un nuevo presente.
También nos gustaría que la memoria histórica se haga presente para las nuevas generaciones. Por eso, quisiéramos que allí funcione un museo histórico, y de cara al futuro, un museo de arte que promueva las nuevas visiones que nuestros jóvenes tienen para aportar a un país siempre en marcha. Esta es la filosofía de nuestro proyecto.
¿Por qué el Congreso Nacional? El Congreso tiene esa proximidad histórica y geográfica con el Molino, porque de alguna manera el Molino fue un anexo de facto de la Cámara de Diputados, cuando ésta no tenía suficiente espacio, o simplemente por el placer mismo desentarse en las mesas del Molino; allí se elaboraron proyectos de ley; allí se llegó a acuerdos políticos importantes.
Creo que esto trasciende las distintas vertientes de la política que es agonística naturalmente en muchos otros planos; pero me parece que en este, un plano que reclama la cultura, la memoria, la identidad de esta ciudad y de la Argentina toda, el Molino no es sólo de porteños y para porteños, nos da la oportunidad de hacer, desde la política, algo que en última instancia será una fiesta. Muchas gracias por dejarme exponer ante ustedes. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTITiene la palabra el señor diputado Roy Cortina, como autor de un proyecto de ley incluido en el temario.
SR. CORTINA Agradezco a todos los diputados presentes, a los especialistas arquitectos que han venido aquí y a los trabajadores.
En realidad, este es un proyecto que, como bien lo decía el ex senador Cabanchik, tiene un largo itinerario, no sólo aquí en la Cámara de Diputados y en el Senado sino que, siempre con algún grado de dificultad -nunca estuvimos tan cerca como hoy de dictaminar en un plenario de comisiones para poder tratarlo en el recinto-, también fue objeto de muchas iniciativas y proyectos en la Legislatura porteña. Lo recuerdo porque he sido legislador de la Ciudad de Buenos Aires entre 2000 y 2005, y ya en esa época había proyectos de muchas bancadas interesadas por la suerte del edificio de la Confitería del Molino.
Digo que el itinerario es largo incluso aquí en la Cámara de Diputados y en el Senado, más allá de la iniciativa del senador, mandato cumplido, Cabanchik, que es bienvenida;es muy bueno que se haya logrado la sanción en el Senado. Hace un rato hablábamos con el señor diputado Kunkel y recordábamos que la Cámara de Diputados estuvo dos veces a punto de lograr una sanción: primero en 2006 -yo no era diputado en ese entonces- y luego en 2011.
Me parece que el tratamiento de este proyecto también es un homenaje a la ex diputada, recientemente fallecida, Margarita Ferrá de Bartol, que primero fue presidenta de la Comisión de Cultura, y cuando a mí me tocó ser presidente de esa comisión ella fue una excelente vicepresidenta. Habíamos arribado a esa comisión con diversos proyectos: uno de autoría del señor diputado Kunkel, otro del señor diputado Alfonsín, otro de mi autoría y otro de la entonces señora diputada Margarita Ferrá de Bartol.
Finalmente, en 2011 logramos que este proyecto se unificara, y tuvo dictamen de lascomisiones de Cultura y de Presupuesto y Hacienda; no tuvo tantos giros como después sucedió. Llegó al recinto y lamentablemente por distintos motivos no pudo ser tratado en las últimas sesiones del año, y tan fuerte fue el consenso que teníamos todos los autores del proyecto que había llegado a las puertas del recinto, que lo volvimos a presentar con la misma redacción del dictamen. Lo firmamos todos nuevamente: lo firmé yo como presidente de la Comisión de Cultura y me acompañó la ex diputada Ferrá de Bartol. Mientras se estaba tratando en la Cámara de Diputados llegó la sanción del Senado.Por eso, insisto, me parece que la aprobación de este dictamen es un homenaje importante a la querida ex diputada Margarita Ferrá de Bartol.
Yendo al tema específicamente, la verdad es que el itinerario que ha tenido la declaración de utilidad pública y la expropiación para su puesta en valor de este edificio tan emblemático es algo importante y merecido para esta ciudad, no sólo como Ciudad de Buenos Aires sino como capital de la Argentina.
Este es un edificio histórico, más allá de todaslas descripciones que luego seguramente harán los arquitectos con más precisión que los diputados, pero además lo es por su historia. En esa confitería pasaron muchas noches, tardes y quizá mañanas, diputados y dirigentes políticos de la talla de Lisandro de la Torre, Alfredo Palacios, José Ingenieros, Eva Perón, Juan Domingo Perón; artistas de la talla de Amado Nervo, Leopoldo Lugones, Libertad Lamarque, Enrique Santos Discépolo, Aníbal Troilo, Niní Marshall, Tita Merello, Ramón Gómez de la Serna, Roberto Arlt, y Oliverio Girondo, quien alguna vez dijera: "Las chicas de Flores tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas de la Confitería del Molino". Este edificio forma parte del acervo cultural de esta ciudad y, por lo tanto, de nuestro país. En algún momento incluso se presentó un proyecto en la Cámara de Diputados -ustedes pensarán que en esa época se lo habrá tildado de alocado- para que también pudiera sonar el timbre en la Confitería del Molino cada vez que se convocaba a una sesión, porque para los diputados esa confitería que estaba a pocos metros de este edificio era prácticamente un anexo de la Cámara.
Desde sus balcones este edificio fue testigode la primera resistencia al primer golpe de Estado en 1930. Los que resistieron al golpe del Estado a Yrigoyen enfrentaron desde los balcones del Molino a los insurrectos, por supuesto con muy mala suerte. Tanto es así que el Molino quedó deteriorado durante un año, entre 1930 y 1931.
Así que considero que este es un acto de justicia porque, como decíamos nosotros tantas veces, las soluciones tardías para este tipo de edificios históricos terminan en demolición. El deterioro del edificio del Molino es superlativo porque está abandonado, prácticamente con muy poca manutención, desde 1997, como decía el ex senador Cabanchik. Esto es mucho tiempo; tenemos que recuperarlo. Por eso creo que es una iniciativa valiosa.
De todas maneras, creo que, en caso de aprobarse, hay que aprovechar la reglamentación de esta ley para hacerle algunas correcciones. Conozco al ex senador Cabanchik, tenemos confianza y no se va a ofender, pero creo que en la versión taquigráfica, que siempre significa hablar para la posteridad, deben constar algunas reservas que tengo respecto de la iniciativa que viene del Senado.
Quizás la señora presidenta, el Poder Ejecutivo, pueda corregirlo vía reglamentación o algún veto parcial. Eso después podrá explicarlo la señora diputada Conti.
Ambos proyectos disponen la declaración de utilidad pública y sujeto a expropiación el edificio donde funcionaba la Confitería del Molino; pero el nuestro, creo que ése es un déficit del proyecto que estamos tratando, alcanza también la expropiación de la marca. Sería torpe que nosotros expropiemos el edificio y que, finalmente, por un litigio, un problema de tipo judicial, allí haya una confitería, que finalmente no se termine llamando "del Molino". Éste es un tema que hay que analizar.
Nuestro proyecto encarga al Poder Ejecutivo nacional, además de la expropiación del inmueble, su restauración y puesta en valor de los bienes, incluidos la fachada y la cúpula. Esto no está en el dictamen que estamos considerando hoy; pero es fundamental, porque así como es importante conservar lo que era la Confitería del Molino, con el estilo y las características que tenía, que la hizo famosa en el mundo, y que fuera orgullo de la Argentina, también es necesario preservar el estilo arquitectónico del edificio, que está en un estado delicado, tanto la cúpula como los pisos superiores.
El proyecto del ex senador Cabanchik transfiere todo el inmueble al Congreso e indica que el subsuelo y la planta baja se concesionen para la confitería y la panadería, mientras que los restantes se tendrán que dedicar a un museo Del Molino y un centro cultural destinado a difundir y exhibir la obra de artistas jóvenes. Nuestra iniciativa prevé que los subsuelos, la planta baja y también el primer piso se utilicen para la confitería, la panadería y el salón de fiestas, que era lo que originalmente funcionaba en esos lugares; pero encarga la concesión al Poder Ejecutivo y aclara que los términos del contrato tendrán que garantizar la conservación integral del estilo y la ornamentación original.
En cuanto a los pisos restantes, nuestro proyecto creo que es más amplio que el que estamos tratando en este momento, que destina los pisos superiores solamente a un centro cultural de exposiciones para artistas jóvenes. A nosotros nos parece que un edificio de estas características -respetando, por supuesto, a los artistas jóvenes, y a los no tan jóvenes-, y teniendo en cuenta la idea de todos los bloques que, de alguna manera, venimos consensuando o avalando para que esto en el futuro sea la manzana legislativa, debe ser un proyecto mucho más amplio que el planteado en la iniciativa que se está analizando.Por lo tanto, en el proyecto debería establecerse que el edificio de la Confitería del Molino, una vez expropiado, sea una extensión del Congreso de la Nación y de la Cámara de Diputados.
Nosotros planteamos que los pisos restantes sean destinados al Congreso, pero para la realización de actividades de promoción cultural, educativa, artística, extensión legislativa, vinculación con la ciudadanía y difusión de los valores de la democracia y del federalismo.
Se están haciendo muchas obras interesantes en la Cámara de Diputados, no sé si en el Senado, pero sí las estamos viendo en la Cámara de Diputados. Sería una lástima que un edificio de estas características, de este nivel y de esta historia -una vez que ya sea propiedad de la Cámara de Diputados- no pueda ser utilizado, ante la falta de salones que a veces tenemos en la propia Cámara.
Nosotros habíamos presentado un proyecto en el que podían ensamblarseambas iniciativas; pero como veo que hay una voluntad mayoritaria y quizás haya instrumentos para después poder corregirlo, teniendo en cuenta el retraso que lleva esta iniciativa, parece muy osado hacerle observaciones y que vuelva al Senado, porque eso realmente puede cargarlo el diablo, y quizás nunca tengamos un dictamen y la posibilidad de que se convierta definitivamente en ley.
De todas formas, quería dejar manifestado aquí, para todos los presentes y la versión taquigráfica, que lainiciativa que habíamos logrado en la Cámara de Diputados era superior y -repito- tenía origen en proyectos de los señores diputados Kunkel, Alfonsín, la ex diputada Ferrá de Bartol y quien les habla.
Acompañaré el dictamen con estas observaciones que volveremos a formular en el recinto, y lo hago con mucha alegría porque se ha avanzado en el sentido de declarar de utilidad pública y objeto de expropiación a ese inmueble, lo que nos permitirá recuperar ese edificio histórico y emblemático no sólo para la ciudad de Buenos Aires sino también para toda la Nación Argentina.(Aplausos.)
En realidad, este es un proyecto que, como bien lo decía el ex senador Cabanchik, tiene un largo itinerario, no sólo aquí en la Cámara de Diputados y en el Senado sino que, siempre con algún grado de dificultad -nunca estuvimos tan cerca como hoy de dictaminar en un plenario de comisiones para poder tratarlo en el recinto-, también fue objeto de muchas iniciativas y proyectos en la Legislatura porteña. Lo recuerdo porque he sido legislador de la Ciudad de Buenos Aires entre 2000 y 2005, y ya en esa época había proyectos de muchas bancadas interesadas por la suerte del edificio de la Confitería del Molino.
Digo que el itinerario es largo incluso aquí en la Cámara de Diputados y en el Senado, más allá de la iniciativa del senador, mandato cumplido, Cabanchik, que es bienvenida;es muy bueno que se haya logrado la sanción en el Senado. Hace un rato hablábamos con el señor diputado Kunkel y recordábamos que la Cámara de Diputados estuvo dos veces a punto de lograr una sanción: primero en 2006 -yo no era diputado en ese entonces- y luego en 2011.
Me parece que el tratamiento de este proyecto también es un homenaje a la ex diputada, recientemente fallecida, Margarita Ferrá de Bartol, que primero fue presidenta de la Comisión de Cultura, y cuando a mí me tocó ser presidente de esa comisión ella fue una excelente vicepresidenta. Habíamos arribado a esa comisión con diversos proyectos: uno de autoría del señor diputado Kunkel, otro del señor diputado Alfonsín, otro de mi autoría y otro de la entonces señora diputada Margarita Ferrá de Bartol.
Finalmente, en 2011 logramos que este proyecto se unificara, y tuvo dictamen de lascomisiones de Cultura y de Presupuesto y Hacienda; no tuvo tantos giros como después sucedió. Llegó al recinto y lamentablemente por distintos motivos no pudo ser tratado en las últimas sesiones del año, y tan fuerte fue el consenso que teníamos todos los autores del proyecto que había llegado a las puertas del recinto, que lo volvimos a presentar con la misma redacción del dictamen. Lo firmamos todos nuevamente: lo firmé yo como presidente de la Comisión de Cultura y me acompañó la ex diputada Ferrá de Bartol. Mientras se estaba tratando en la Cámara de Diputados llegó la sanción del Senado.Por eso, insisto, me parece que la aprobación de este dictamen es un homenaje importante a la querida ex diputada Margarita Ferrá de Bartol.
Yendo al tema específicamente, la verdad es que el itinerario que ha tenido la declaración de utilidad pública y la expropiación para su puesta en valor de este edificio tan emblemático es algo importante y merecido para esta ciudad, no sólo como Ciudad de Buenos Aires sino como capital de la Argentina.
Este es un edificio histórico, más allá de todaslas descripciones que luego seguramente harán los arquitectos con más precisión que los diputados, pero además lo es por su historia. En esa confitería pasaron muchas noches, tardes y quizá mañanas, diputados y dirigentes políticos de la talla de Lisandro de la Torre, Alfredo Palacios, José Ingenieros, Eva Perón, Juan Domingo Perón; artistas de la talla de Amado Nervo, Leopoldo Lugones, Libertad Lamarque, Enrique Santos Discépolo, Aníbal Troilo, Niní Marshall, Tita Merello, Ramón Gómez de la Serna, Roberto Arlt, y Oliverio Girondo, quien alguna vez dijera: "Las chicas de Flores tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas de la Confitería del Molino". Este edificio forma parte del acervo cultural de esta ciudad y, por lo tanto, de nuestro país. En algún momento incluso se presentó un proyecto en la Cámara de Diputados -ustedes pensarán que en esa época se lo habrá tildado de alocado- para que también pudiera sonar el timbre en la Confitería del Molino cada vez que se convocaba a una sesión, porque para los diputados esa confitería que estaba a pocos metros de este edificio era prácticamente un anexo de la Cámara.
Desde sus balcones este edificio fue testigode la primera resistencia al primer golpe de Estado en 1930. Los que resistieron al golpe del Estado a Yrigoyen enfrentaron desde los balcones del Molino a los insurrectos, por supuesto con muy mala suerte. Tanto es así que el Molino quedó deteriorado durante un año, entre 1930 y 1931.
Así que considero que este es un acto de justicia porque, como decíamos nosotros tantas veces, las soluciones tardías para este tipo de edificios históricos terminan en demolición. El deterioro del edificio del Molino es superlativo porque está abandonado, prácticamente con muy poca manutención, desde 1997, como decía el ex senador Cabanchik. Esto es mucho tiempo; tenemos que recuperarlo. Por eso creo que es una iniciativa valiosa.
De todas maneras, creo que, en caso de aprobarse, hay que aprovechar la reglamentación de esta ley para hacerle algunas correcciones. Conozco al ex senador Cabanchik, tenemos confianza y no se va a ofender, pero creo que en la versión taquigráfica, que siempre significa hablar para la posteridad, deben constar algunas reservas que tengo respecto de la iniciativa que viene del Senado.
Quizás la señora presidenta, el Poder Ejecutivo, pueda corregirlo vía reglamentación o algún veto parcial. Eso después podrá explicarlo la señora diputada Conti.
Ambos proyectos disponen la declaración de utilidad pública y sujeto a expropiación el edificio donde funcionaba la Confitería del Molino; pero el nuestro, creo que ése es un déficit del proyecto que estamos tratando, alcanza también la expropiación de la marca. Sería torpe que nosotros expropiemos el edificio y que, finalmente, por un litigio, un problema de tipo judicial, allí haya una confitería, que finalmente no se termine llamando "del Molino". Éste es un tema que hay que analizar.
Nuestro proyecto encarga al Poder Ejecutivo nacional, además de la expropiación del inmueble, su restauración y puesta en valor de los bienes, incluidos la fachada y la cúpula. Esto no está en el dictamen que estamos considerando hoy; pero es fundamental, porque así como es importante conservar lo que era la Confitería del Molino, con el estilo y las características que tenía, que la hizo famosa en el mundo, y que fuera orgullo de la Argentina, también es necesario preservar el estilo arquitectónico del edificio, que está en un estado delicado, tanto la cúpula como los pisos superiores.
El proyecto del ex senador Cabanchik transfiere todo el inmueble al Congreso e indica que el subsuelo y la planta baja se concesionen para la confitería y la panadería, mientras que los restantes se tendrán que dedicar a un museo Del Molino y un centro cultural destinado a difundir y exhibir la obra de artistas jóvenes. Nuestra iniciativa prevé que los subsuelos, la planta baja y también el primer piso se utilicen para la confitería, la panadería y el salón de fiestas, que era lo que originalmente funcionaba en esos lugares; pero encarga la concesión al Poder Ejecutivo y aclara que los términos del contrato tendrán que garantizar la conservación integral del estilo y la ornamentación original.
En cuanto a los pisos restantes, nuestro proyecto creo que es más amplio que el que estamos tratando en este momento, que destina los pisos superiores solamente a un centro cultural de exposiciones para artistas jóvenes. A nosotros nos parece que un edificio de estas características -respetando, por supuesto, a los artistas jóvenes, y a los no tan jóvenes-, y teniendo en cuenta la idea de todos los bloques que, de alguna manera, venimos consensuando o avalando para que esto en el futuro sea la manzana legislativa, debe ser un proyecto mucho más amplio que el planteado en la iniciativa que se está analizando.Por lo tanto, en el proyecto debería establecerse que el edificio de la Confitería del Molino, una vez expropiado, sea una extensión del Congreso de la Nación y de la Cámara de Diputados.
Nosotros planteamos que los pisos restantes sean destinados al Congreso, pero para la realización de actividades de promoción cultural, educativa, artística, extensión legislativa, vinculación con la ciudadanía y difusión de los valores de la democracia y del federalismo.
Se están haciendo muchas obras interesantes en la Cámara de Diputados, no sé si en el Senado, pero sí las estamos viendo en la Cámara de Diputados. Sería una lástima que un edificio de estas características, de este nivel y de esta historia -una vez que ya sea propiedad de la Cámara de Diputados- no pueda ser utilizado, ante la falta de salones que a veces tenemos en la propia Cámara.
Nosotros habíamos presentado un proyecto en el que podían ensamblarseambas iniciativas; pero como veo que hay una voluntad mayoritaria y quizás haya instrumentos para después poder corregirlo, teniendo en cuenta el retraso que lleva esta iniciativa, parece muy osado hacerle observaciones y que vuelva al Senado, porque eso realmente puede cargarlo el diablo, y quizás nunca tengamos un dictamen y la posibilidad de que se convierta definitivamente en ley.
De todas formas, quería dejar manifestado aquí, para todos los presentes y la versión taquigráfica, que lainiciativa que habíamos logrado en la Cámara de Diputados era superior y -repito- tenía origen en proyectos de los señores diputados Kunkel, Alfonsín, la ex diputada Ferrá de Bartol y quien les habla.
Acompañaré el dictamen con estas observaciones que volveremos a formular en el recinto, y lo hago con mucha alegría porque se ha avanzado en el sentido de declarar de utilidad pública y objeto de expropiación a ese inmueble, lo que nos permitirá recuperar ese edificio histórico y emblemático no sólo para la ciudad de Buenos Aires sino también para toda la Nación Argentina.(Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el arquitecto Marcos Martín.
SR. MARTÍN Muchas gracias por la invitación. Soy arquitecto y en este momento director del Museo de Arquitectura de la Sociedad Central de Arquitectos. Ella fue fundada en 1886 para promover la buena arquitectura en la Argentina.
Se me encomendó la tarea de venir a transmitir que lo que hoy están a punto de hacer es algo muy importante para el patrimonio, la cultura y la arquitectura argentinos.
El edificio del Molino es una joya del academicismo art Nouveau, una joya del arquitecto Francisco Gianotti que llegó a la Argentina desde Milán habiéndose formado en Bélgica, cuna del art Nouveau mundial,quien logró convencer a aquel repostero, don Cayetano Brenna, para que invirtiera en este país en buena arquitectura, haciendo un edificio simbólico que regalara una joya para que los argentinos, los porteños y el mundo miraran a esta ciudad, y lo logró.
Todavía en la actualidad los turistas que llegan a Buenos Aires se paran en la esquina de Callao y Rivadavia para mirar ese edificio que figura en todas las guías de arquitectura del mundo. Ellos no pueden creer que desde hace diecisiete años estemos dejando que día a día muera.
La noche de ayer debe haber sido terrible para El Molino. Lo que anoche se debe haber perdido en su cúpula y en sus partes superiores debe ser irrecuperable hoy.
Por lo tanto, es muy importante que hagamos algo ya. Hace diecisiete años que muchas iniciativas no pueden prosperar y parece que hoy existe acuerdo para que ésta lo haga. Su recuperación, restauración y puesta en valor es clave, y además le devolverá a la ciudad y a la cultura argentina una joya de la arquitectura.
Desde hace muchos años vengo estudiando este edificio con mis alumnos en mi cátedra dela Universidad de Buenos Aires. El año pasado ellos me dijeron que teníamos que hacer algo, porque no era posible que continuara derrumbándose día a día. Hicimos una clase pública y nunca imaginé la repercusión que iba a tener y el nivel de convocatoria que íbamos a lograr. Vinieron señoras y señores con sus fotos de casamiento, de fiestas de quince años y de recepciones en los salones de la Confitería del Molino.
Si hacemos que esa confitería vuelva a funcionar, que no tengo dudas debe volver a ser confitería y recuperar su uso; si podemos recuperar uno de los departamentos para que, como en la Casa Milà de Gaudí en Barcelona, uno pueda subir a la terraza del Molino y desde allí mirar el Congreso, la plaza yla maravillosa perspectiva de la Avenida de Mayo;si logramos que un departamento sea ambientado para demostrar cómo era la vida doméstica en la Buenos Aires de principios de siglo -como se hizo en Barcelona, en la Casa Milàde Gaudí-, creo que estaríamos regalando a la ciudad y al turismo un elemento significativo en términos patrimoniales.
Les agradezco la oportunidad y ojalá hoy tengamos el acuerdo para salvar definitivamente a la Confitería del Molino. (Aplausos.)
Se me encomendó la tarea de venir a transmitir que lo que hoy están a punto de hacer es algo muy importante para el patrimonio, la cultura y la arquitectura argentinos.
El edificio del Molino es una joya del academicismo art Nouveau, una joya del arquitecto Francisco Gianotti que llegó a la Argentina desde Milán habiéndose formado en Bélgica, cuna del art Nouveau mundial,quien logró convencer a aquel repostero, don Cayetano Brenna, para que invirtiera en este país en buena arquitectura, haciendo un edificio simbólico que regalara una joya para que los argentinos, los porteños y el mundo miraran a esta ciudad, y lo logró.
Todavía en la actualidad los turistas que llegan a Buenos Aires se paran en la esquina de Callao y Rivadavia para mirar ese edificio que figura en todas las guías de arquitectura del mundo. Ellos no pueden creer que desde hace diecisiete años estemos dejando que día a día muera.
La noche de ayer debe haber sido terrible para El Molino. Lo que anoche se debe haber perdido en su cúpula y en sus partes superiores debe ser irrecuperable hoy.
Por lo tanto, es muy importante que hagamos algo ya. Hace diecisiete años que muchas iniciativas no pueden prosperar y parece que hoy existe acuerdo para que ésta lo haga. Su recuperación, restauración y puesta en valor es clave, y además le devolverá a la ciudad y a la cultura argentina una joya de la arquitectura.
Desde hace muchos años vengo estudiando este edificio con mis alumnos en mi cátedra dela Universidad de Buenos Aires. El año pasado ellos me dijeron que teníamos que hacer algo, porque no era posible que continuara derrumbándose día a día. Hicimos una clase pública y nunca imaginé la repercusión que iba a tener y el nivel de convocatoria que íbamos a lograr. Vinieron señoras y señores con sus fotos de casamiento, de fiestas de quince años y de recepciones en los salones de la Confitería del Molino.
Si hacemos que esa confitería vuelva a funcionar, que no tengo dudas debe volver a ser confitería y recuperar su uso; si podemos recuperar uno de los departamentos para que, como en la Casa Milà de Gaudí en Barcelona, uno pueda subir a la terraza del Molino y desde allí mirar el Congreso, la plaza yla maravillosa perspectiva de la Avenida de Mayo;si logramos que un departamento sea ambientado para demostrar cómo era la vida doméstica en la Buenos Aires de principios de siglo -como se hizo en Barcelona, en la Casa Milàde Gaudí-, creo que estaríamos regalando a la ciudad y al turismo un elemento significativo en términos patrimoniales.
Les agradezco la oportunidad y ojalá hoy tengamos el acuerdo para salvar definitivamente a la Confitería del Molino. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Todavía no pagamos, pero ya soñamos. Vamos a dar la palabra al representante de los dueños de la Confitería del Molino, doctor Sánchez Sopeña.
Solicito que en la versión taquigráfica quede específicamente consignado que ha sido escuchado el representante de los propietarios de la Confitería del Molino.
Solicito que en la versión taquigráfica quede específicamente consignado que ha sido escuchado el representante de los propietarios de la Confitería del Molino.
SR. SÁNCHEZ SOPEÑA Agradezco a los presidentes de las comisiones que nos dejaron hacer uso de la palabra en esta oportunidad para acercarles la posición de los propietarios.
Nosotros hemos escuchado aquí que parte de los fundamentos son el abandono del inmueble y el cierre de la confitería. Podemos decir que el inmueble no ha sido abandonado en ningún momento, internamente se mantiene con personal con un trabajo diario; y la tormenta de anoche no lo ha afectado, como dijo el arquitecto.
También podemos decir que en enero de 1997 la confitería cerró, cuando los que en ese momento la explotaban entraron en quiebra. En esa quiebra fueron involucrados los propietarios en forma ilegítima y recién en 2002 se nos entregó la propiedad y pudimos disponer de ella.
Ese año se produjo una de las crisis más grandes del país y fue imposible llegar a hacer algún tipo de asociación con otras empresas para poder reabrir la confitería. A posteriori, todos estos tipos de proyectos de expropiación, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, nos han impedido obtener créditos o llegar a alguna asociación con otras empresas por el miedo a que se produjera la expropiación.
Por ello solicitamos que no se apruebe este proyecto y se deje a los propietarios llevar adelante la restauración y apertura de la confitería.
Nosotros hemos escuchado aquí que parte de los fundamentos son el abandono del inmueble y el cierre de la confitería. Podemos decir que el inmueble no ha sido abandonado en ningún momento, internamente se mantiene con personal con un trabajo diario; y la tormenta de anoche no lo ha afectado, como dijo el arquitecto.
También podemos decir que en enero de 1997 la confitería cerró, cuando los que en ese momento la explotaban entraron en quiebra. En esa quiebra fueron involucrados los propietarios en forma ilegítima y recién en 2002 se nos entregó la propiedad y pudimos disponer de ella.
Ese año se produjo una de las crisis más grandes del país y fue imposible llegar a hacer algún tipo de asociación con otras empresas para poder reabrir la confitería. A posteriori, todos estos tipos de proyectos de expropiación, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, nos han impedido obtener créditos o llegar a alguna asociación con otras empresas por el miedo a que se produjera la expropiación.
Por ello solicitamos que no se apruebe este proyecto y se deje a los propietarios llevar adelante la restauración y apertura de la confitería.
SRA. PRESIDENTA CONTI Pasamos ahora a dar la palabra a quienes la han solicitado. Hasta ahora tengo anotados en la lista de oradores a los siguientes diputados: Bianchi, Mazure, Tonelli, Cabandié, Kunkel y Feletti.
Tiene la palabra la señora diputada María del Carmen Bianchi.
Tiene la palabra la señora diputada María del Carmen Bianchi.
SRA. BIANCHI Ya se ha abundado sobremanera sobre las características del proyecto en consideración, y también comparto algunos de los señalamientos realizados por el señor diputado Roy Cortina respecto de las especificaciones para su uso, que tal vez haya que revisar oportunamente, ya sea a través de la reglamentación o vía veto parcial.
Creo que hoy nosotros estamos viviendo un día histórico para la política cultural de recuperación del patrimonio material e inmaterial de las ciudades.
Por un lado, se ha hablado de las características arquitectónicas de este edificio y lo que representa el estado en que se encuentra una obra de estas características. Por otro lado, también se ha hecho mención a la importancia que en la literatura y en la historia política ha tenido la Confitería del Molino y el grado de relación absolutamente cercana entre el palacio del Congreso y está confitería. Digo que es un día histórico porque, como se sistematizó en la historia del tratamiento de estas y otras iniciativas, es de larga data la aspiración de recuperación de este patrimonio.
Celebramos que hayamos llegado a un acuerdo entre los distintos bloques sobre la urgencia y la necesidad de proceder finalmente a la expropiación y a la declaración de utilidad pública, pero no quiero dejar de señalar que es el Poder Ejecutivo y la presidenta los que han oído estas voces que durante tantísimos años no habían encontrado el eco y la repercusión.
Esto tiene que ver con una política cultural que tiene un aspecto que es urbano y otro que también es federal, porque del mismo modo se ha procedido con otras recuperaciones y puestas en valor.
Me parece muy importante y apropiado este momento histórico, porque también desde la Presidencia de la Cámara de Diputados se ha dado suficiente muestra de seriedad en el proceso de restauración y puesta en valor, como el que venimos viendo tanto en el palacio legislativo como en los anexos.
En ese sentido, además de celebrar tantas cosas extrañas como que un senador mandato cumplido vea que se trata su proyecto; que se cumplan las aspiraciones de tantos otros compañeros que nos han precedido y que hoy no están físicamente o en la Cámara, lo estamos haciendo en un momento histórico donde una política cultural de preservación del patrimonio inmaterial está puesta en marcha y expresada también en lo material con fortaleza, delicadeza y continuidad.
Creo que hoy nosotros estamos viviendo un día histórico para la política cultural de recuperación del patrimonio material e inmaterial de las ciudades.
Por un lado, se ha hablado de las características arquitectónicas de este edificio y lo que representa el estado en que se encuentra una obra de estas características. Por otro lado, también se ha hecho mención a la importancia que en la literatura y en la historia política ha tenido la Confitería del Molino y el grado de relación absolutamente cercana entre el palacio del Congreso y está confitería. Digo que es un día histórico porque, como se sistematizó en la historia del tratamiento de estas y otras iniciativas, es de larga data la aspiración de recuperación de este patrimonio.
Celebramos que hayamos llegado a un acuerdo entre los distintos bloques sobre la urgencia y la necesidad de proceder finalmente a la expropiación y a la declaración de utilidad pública, pero no quiero dejar de señalar que es el Poder Ejecutivo y la presidenta los que han oído estas voces que durante tantísimos años no habían encontrado el eco y la repercusión.
Esto tiene que ver con una política cultural que tiene un aspecto que es urbano y otro que también es federal, porque del mismo modo se ha procedido con otras recuperaciones y puestas en valor.
Me parece muy importante y apropiado este momento histórico, porque también desde la Presidencia de la Cámara de Diputados se ha dado suficiente muestra de seriedad en el proceso de restauración y puesta en valor, como el que venimos viendo tanto en el palacio legislativo como en los anexos.
En ese sentido, además de celebrar tantas cosas extrañas como que un senador mandato cumplido vea que se trata su proyecto; que se cumplan las aspiraciones de tantos otros compañeros que nos han precedido y que hoy no están físicamente o en la Cámara, lo estamos haciendo en un momento histórico donde una política cultural de preservación del patrimonio inmaterial está puesta en marcha y expresada también en lo material con fortaleza, delicadeza y continuidad.
Se incorpora a la reunión el señor presidente de la Honorable Cámara de Diputados, doctor Julián Domínguez.
SRA. BIANCHI Recuerdo que cuando comenzó la restauración del palacio y la del Anexo, muchos diputados que venían de sufrir distintas frustraciones decían: "Encima van a dejarnos con todo esto dado vuelta y nunca más vamos a poder entrar ni salir".
Nosotros estamos gozando de la seriedad y la racionalidad en la recuperación, y considerando lo que planteaba el representante de los propietarios, me parece importantísimo señalar esto. Será el Tribunal de Tasaciones el que deba tomar en cuenta estas cuestiones puntuales que él señalaba, pero tenemos la tranquilidad histórica de que estamos tomando esta decisión postergada en el mejor momento técnico y también político para hacerlo.
Está clarísimo que la Confitería del Molino está integrada a lo que podríamos llamar el conjunto arquitectónico del Poder Legislativo por su posición geográfica y su situación; y lo está también en las muchas anécdotas que tanto el senador mandato cumplido Cabanchik como el señor diputado Roy Cortina han señalado.
Sólo quisiera agregar que también fue guardarropa de la camiseta de Alfredo Palacios, que era vecino de Recoleta. En las reconstrucciones históricas del barrio de Recoleta se cuenta un chiste que le hicieron los mozos de la Confitería del Molino porque él gustaba caminar desde el Congreso hasta su casa por Callao con una fina camisa, apenas un chaleco y su saco incluso en invierno, y todo el mundo se preguntaba cómo resistía. Un día descubrieron que él se sacaba la camiseta cuando llegaba, la guardaba detrás de un armario que había en el baño y a la noche, cuando salía, se la volvía a poner y caminaba. Así fue como un día se la escondieron y él salió de todos modos en pechito gentil por la calle Callao y parece que estuvo engripado unos cuantos días. Digo esto como anécdota que vive también en la memoria incluso de otros barrios respecto de los acontecimientos políticos que transcurrían en el Molino.
No quiero dejar de señalar, agregando a todo lo que ya se dijo, que también la CONADEP sistematizó los primeros archivos inmediatamente posteriores a la dictadura en los salones de la Confitería del Molino.
De modo tal que creo que no hay mucho más que agregar a lo que ya se ha planteado. Sólo quiero volver a reafirmar que es saludable que estemos haciendo esto, que es importante que haya acuerdo para hacerlo y creo que es importante señalar que ha habido y hay voluntad política para finalmente concretar esta aspiración y esta necesidad. (Aplausos.)
Nosotros estamos gozando de la seriedad y la racionalidad en la recuperación, y considerando lo que planteaba el representante de los propietarios, me parece importantísimo señalar esto. Será el Tribunal de Tasaciones el que deba tomar en cuenta estas cuestiones puntuales que él señalaba, pero tenemos la tranquilidad histórica de que estamos tomando esta decisión postergada en el mejor momento técnico y también político para hacerlo.
Está clarísimo que la Confitería del Molino está integrada a lo que podríamos llamar el conjunto arquitectónico del Poder Legislativo por su posición geográfica y su situación; y lo está también en las muchas anécdotas que tanto el senador mandato cumplido Cabanchik como el señor diputado Roy Cortina han señalado.
Sólo quisiera agregar que también fue guardarropa de la camiseta de Alfredo Palacios, que era vecino de Recoleta. En las reconstrucciones históricas del barrio de Recoleta se cuenta un chiste que le hicieron los mozos de la Confitería del Molino porque él gustaba caminar desde el Congreso hasta su casa por Callao con una fina camisa, apenas un chaleco y su saco incluso en invierno, y todo el mundo se preguntaba cómo resistía. Un día descubrieron que él se sacaba la camiseta cuando llegaba, la guardaba detrás de un armario que había en el baño y a la noche, cuando salía, se la volvía a poner y caminaba. Así fue como un día se la escondieron y él salió de todos modos en pechito gentil por la calle Callao y parece que estuvo engripado unos cuantos días. Digo esto como anécdota que vive también en la memoria incluso de otros barrios respecto de los acontecimientos políticos que transcurrían en el Molino.
No quiero dejar de señalar, agregando a todo lo que ya se dijo, que también la CONADEP sistematizó los primeros archivos inmediatamente posteriores a la dictadura en los salones de la Confitería del Molino.
De modo tal que creo que no hay mucho más que agregar a lo que ya se ha planteado. Sólo quiero volver a reafirmar que es saludable que estemos haciendo esto, que es importante que haya acuerdo para hacerlo y creo que es importante señalar que ha habido y hay voluntad política para finalmente concretar esta aspiración y esta necesidad. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra la señora diputada Mazure.
SRA. MAZURE Señora presidenta: quiero contar brevemente la experiencia que tuvimos con la recuperación del cine Gaumont, que fue muy compleja, porque también era una sala cuya propiedad estaba en manos de herederos, eran muchas familias. Lo quiero comentar porque nosotros cuando iniciamos todo el trabajo de negociaciones para la compra del cine Gaumont no imaginábamos la repercusión que iba a tener. Teníamos una idea de que esto generaría una gran repercusión en la población, pero no imaginábamos el nivel que tuvo, cómo los ciudadanos valoran este tipo de recuperaciones, no sólo las valoran sino también las disfrutan. Es realmente entregar un momento de felicidad a los habitantes de la ciudad de Buenos Aires y del país entero, porque -como bien decía el director de la Sociedad Central de Arquitectos- vienen de todas partes a ver esta esquina histórica. Por eso creo que es muy importante.
Nosotros cuando recuperamos el cine Gaumont -esto nadie lo sabe- teníamos una de las salas ya cerradas, porque los techos se estaban cayendo, y como inquilinos desde el Estado nacional no podíamos invertir la cantidad de dinero que se necesitaba para arreglarlos. Sabíamos que necesitábamos comprarlo;de lo contario, su destino era incierto. Fueron negociaciones difíciles durante más de un año -no se compara con esto-, pero finalmente lo logramos y creo que esta repercusión es fundamental.
Agrego una nota de color. A mí me festejaron mi cumpleaños de quince en la Confitería del Molino. Recuerdo que mi abuelo me contaba toda la historia del lugar, la importancia que tenía y lo trascendente que era que yo cumpliera mis quince años y lo festejara allí. En la urgencia de una adolescente militante de fines de los '60 no me parecía lo mejor; pero igualmente usé mi vestidito de encaje verde agua y disfruté aquella fiesta en esos salones maravillosos. De modo que es casi como una reivindicación personal defender hoy la recuperación dela Confitería del Molino. (Aplausos.)
Nosotros cuando recuperamos el cine Gaumont -esto nadie lo sabe- teníamos una de las salas ya cerradas, porque los techos se estaban cayendo, y como inquilinos desde el Estado nacional no podíamos invertir la cantidad de dinero que se necesitaba para arreglarlos. Sabíamos que necesitábamos comprarlo;de lo contario, su destino era incierto. Fueron negociaciones difíciles durante más de un año -no se compara con esto-, pero finalmente lo logramos y creo que esta repercusión es fundamental.
Agrego una nota de color. A mí me festejaron mi cumpleaños de quince en la Confitería del Molino. Recuerdo que mi abuelo me contaba toda la historia del lugar, la importancia que tenía y lo trascendente que era que yo cumpliera mis quince años y lo festejara allí. En la urgencia de una adolescente militante de fines de los '60 no me parecía lo mejor; pero igualmente usé mi vestidito de encaje verde agua y disfruté aquella fiesta en esos salones maravillosos. De modo que es casi como una reivindicación personal defender hoy la recuperación dela Confitería del Molino. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el doctorJulián Domínguez, presidente de la Honorable Cámara de Diputados.
SR. DOMÍNGUEZ Señora presidenta: este es un momento soñado. Lo veníamos charlando con los presidentes de los bloques. En realidad, debo ser absolutamente honesto, esto estaba en el pensamiento de todos los presidentes de los bloques y se nos pidió incluso tomar algunas medidas anticipadamente, pero nosotros planteábamos que teníamos por delante la tarea de restauración del edificio del Congreso y que lo demás formaba parte de una tercera etapa.
Acabamos de hablar con las autoridades del Poder Ejecutivo vinculadas con el tema del presupuesto y apelamos a la decisión de la señora presidenta para que se asignen los recursos pertinentes a fin de avanzar rápidamente en esta obra.
Son esas cosas que nos duelen, porque forma parte de un momento glorioso de nuestro país. Una generación lo pudo construir y nosotros no podemos mantenerlo. Como generación es un desafío apasionante poder restaurar esta obra. Son esas obras que nos conectan trasversalmente. Recuerdo a algún senador que nos decía que debíamos tratar el tema; lo mismo hico el señor diputado Roy Cortina; los propios legisladores de la ciudad planteaban este asunto como algo muy sentido.
Vamos a poner todo el empeño y ojalá podamos concluirlo antes del bicentenario de 2016.
El propósito lo dirán después las autoridades venideras de la Cámara, pero la idea es que forme parte del plan estratégico de la manzana legislativa, tema que estamos trabajando con las universidades. El sueño es que esta manzana pueda integrarse a todas las actividades propias del Congreso.
Creo que estamos dando un paso importante en la recuperación de nuestra propia autoestima, porque estas cosas nos hacen sentir impotentes: no entendemos la razón por la que, como sociedad, tenemos tal nivel de deterioro y abandono.
Por eso, quiero compartir esta alegría. Si bien no soy nacido en esta ciudad, la transito para el cumplimiento de mis funciones; ella se merece recuperar su esplendor y que sea incorporado como parte de las actividades propias que tiene el Congreso de la Nación. Incluso habrá que ver cómo los propósitos originales se incorporan a las actividades que tiene todo el personal del Parlamento.
Simplemente quise compartir con ustedes este momento importantísimo en la recuperación del patrimonio histórico de nuestra ciudad y de la Argentina, ya que la Confitería del Molino dejó de ser patrimonio de la ciudad de Buenos Aires para pasar a serlo de todos los argentinos.
Vamos a poner todo el empeño necesario para respetar el protocolo de restauración que se aplica en los edificios públicos. Ojalá la expropiación pueda resolverse rápidamente, se logre un precio justo y razonable, según la tasación oficial, y podamos iniciar la obra.
Repito: este es un momento esperado por todos. Circunstancialmente ocupo la Presidencia de la Honorable Cámara, pero todos los presidentes de los bloques anhelaban dar este paso. Celebro que sea éste el momento en el que tomemos la decisión de avanzar con este proyecto. (Aplausos.)
Acabamos de hablar con las autoridades del Poder Ejecutivo vinculadas con el tema del presupuesto y apelamos a la decisión de la señora presidenta para que se asignen los recursos pertinentes a fin de avanzar rápidamente en esta obra.
Son esas cosas que nos duelen, porque forma parte de un momento glorioso de nuestro país. Una generación lo pudo construir y nosotros no podemos mantenerlo. Como generación es un desafío apasionante poder restaurar esta obra. Son esas obras que nos conectan trasversalmente. Recuerdo a algún senador que nos decía que debíamos tratar el tema; lo mismo hico el señor diputado Roy Cortina; los propios legisladores de la ciudad planteaban este asunto como algo muy sentido.
Vamos a poner todo el empeño y ojalá podamos concluirlo antes del bicentenario de 2016.
El propósito lo dirán después las autoridades venideras de la Cámara, pero la idea es que forme parte del plan estratégico de la manzana legislativa, tema que estamos trabajando con las universidades. El sueño es que esta manzana pueda integrarse a todas las actividades propias del Congreso.
Creo que estamos dando un paso importante en la recuperación de nuestra propia autoestima, porque estas cosas nos hacen sentir impotentes: no entendemos la razón por la que, como sociedad, tenemos tal nivel de deterioro y abandono.
Por eso, quiero compartir esta alegría. Si bien no soy nacido en esta ciudad, la transito para el cumplimiento de mis funciones; ella se merece recuperar su esplendor y que sea incorporado como parte de las actividades propias que tiene el Congreso de la Nación. Incluso habrá que ver cómo los propósitos originales se incorporan a las actividades que tiene todo el personal del Parlamento.
Simplemente quise compartir con ustedes este momento importantísimo en la recuperación del patrimonio histórico de nuestra ciudad y de la Argentina, ya que la Confitería del Molino dejó de ser patrimonio de la ciudad de Buenos Aires para pasar a serlo de todos los argentinos.
Vamos a poner todo el empeño necesario para respetar el protocolo de restauración que se aplica en los edificios públicos. Ojalá la expropiación pueda resolverse rápidamente, se logre un precio justo y razonable, según la tasación oficial, y podamos iniciar la obra.
Repito: este es un momento esperado por todos. Circunstancialmente ocupo la Presidencia de la Honorable Cámara, pero todos los presidentes de los bloques anhelaban dar este paso. Celebro que sea éste el momento en el que tomemos la decisión de avanzar con este proyecto. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Tiene la palabra el señor diputado Tonelli.
SR. TONELLISeñora presidenta: fundamentalmente quiero expresar mi adhesión y la de nuestro bloque a esta iniciativa, con la que coincidimos.
En 2006 voté por primera vez la expropiación dela Confitería del Molino. Recuerdo que en oportunidad de tratar el proyecto se inauguraban las nuevas pantallas del recinto de la Cámara, en las que vimos un video que había preparado el entonces diputado Jorge Coscia, autor del proyecto de expropiación. Hasta ahora estoy esperando volver a tomar un café en sus salones, cosa que pensé que iba a ocurrir mucho antes.
Por lo tanto, deseo que pronto los diputados podamos recuperar esa tertulia tan grata -que conocemos por los libros, las historias y algunos cuentos- de debatir y tomar decisiones en los salones de la Confitería del Molino.
De todas maneras, sin perjuicio de mi apoyo a la iniciativa, quiero formular algunas observaciones. La más importante va en el sentido de lo dicho por el señor diputado Roy Cortina, y se refiere al objeto de la expropiación.
En el dictamen que vamos a aprobar hoy el objeto de la expropiación es muy loable, pero me parece que es un poco ceñido, restringido; personalmente, preferiría que fuera más amplio. Inclusive, no debe perderse de vista que un objeto tan restringido como el del proyecto podría dar lugar, en el futuro, a una retrocesión de la expropiación, lo que no creo que esté en el ánimo de ninguno de nosotros.
Entonces, en el mismo sentido que lo señaló el señor diputado Cortina, preferiría un objeto más amplio, y que la ley dispusiera que el destino del inmueble fuera el que el Congreso resuelva. Considero que eso sería más apropiado y adecuado.
De todas maneras, como ya se expresó, hay consenso para no hacer modificaciones y aprobar este proyecto sin que vuelva al Senado. Por lo tanto, me sumo a la sugerencia para que la señora presidenta lo tenga en cuenta ante la posibilidad de un veto.
La segunda observación que quiero formular es de carácter técnico, y se refiere al artículo 2° del proyecto, por el que se autoriza al Poder Ejecutivo nacional a adquirir el inmueble a un precio que no exceda lo establecido por el Tribunal de Tasaciones, de acuerdo con la ley 21.499. Este artículo es redundante, porque el Poder Ejecutivo no tiene más remedio que cumplir con la ley de expropiaciones y atenerse a lo que ella dice, pagando en caso de un avenimiento -una compra directa, sin juicio de expropiación- lo que establezca el Tribunal de Tasaciones.
Más allá de que es redundante, puede dar lugar a alguna duda en la interpretación, sobre todo para el caso en que efectivamente pueda llegarse a un acuerdo con los propietarios y comprar el inmueble directamente.
¿Por qué digo esto? Porque el artículo 13 de la ley de expropiaciones prevé que para el caso de avenimiento, es decir, de compra directa al propietario, el Poder Ejecutivo puede pagar, en el caso de los inmuebles, hasta un 10 por ciento más de lo que haya dictaminado el Tribunal de Tasaciones.
Tal como está redactado el artículo 2° del proyecto pareciera que el Poder Ejecutivo no va a poder pagar ese 10 por ciento más que contempla la ley de expropiaciones. Entonces, no sólo es sobreabundante el artículo, porque dice algo que está previsto en la ley de expropiaciones, sino que además puede ser un obstáculo para el avenimiento, para el arreglo directo con los propietarios, que sería mucho más rápido, más sencillo, más eficaz y beneficioso para todos.
De manera tal que con mucho más énfasis que en el caso anterior, sugiero que si vamos a aprobar el proyecto tal como está para que no vuelva al Senado, los miembros del oficialismo transmitan a la presidenta la sugerencia de que vete este artículo, que no le agrega nada al proyecto y que, por el contrario, podría ser un obstáculo para una rápida adquisición del inmueble.
También hago una última sugerencia vinculada con algo respecto de lo que nos alertó el señor diputado Cortina, referido a la marca. En este dictamen que pareciera que estamos por aprobar, no está contemplada la expropiación de la marca, que me parece que sería importante adquirirla para el Estado nacional a fin de que la confitería conserve su nombre.
Por lo tanto, sugiero que a la brevedad presentemos un proyecto de ley -personalmente me ofrezco a acompañar al señor diputado Roy Cortina si él quiere tomar la iniciativa- para expropiar también la marca, de manera tal de no correr el riesgo de que el día de mañana, por un pleito vinculado con el uso de la marca, la confitería no pueda llamarse del Molino, como ha ocurrido tradicionalmente.
Mas allá de estas observaciones, coincido con el propósito y el objetivo, que celebro; ojalá, tanto los diputados como quienes andan por la ciudad de Buenos Aires pronto podamos tomar un café en la Confitería del Molino. (Aplausos.)
En 2006 voté por primera vez la expropiación dela Confitería del Molino. Recuerdo que en oportunidad de tratar el proyecto se inauguraban las nuevas pantallas del recinto de la Cámara, en las que vimos un video que había preparado el entonces diputado Jorge Coscia, autor del proyecto de expropiación. Hasta ahora estoy esperando volver a tomar un café en sus salones, cosa que pensé que iba a ocurrir mucho antes.
Por lo tanto, deseo que pronto los diputados podamos recuperar esa tertulia tan grata -que conocemos por los libros, las historias y algunos cuentos- de debatir y tomar decisiones en los salones de la Confitería del Molino.
De todas maneras, sin perjuicio de mi apoyo a la iniciativa, quiero formular algunas observaciones. La más importante va en el sentido de lo dicho por el señor diputado Roy Cortina, y se refiere al objeto de la expropiación.
En el dictamen que vamos a aprobar hoy el objeto de la expropiación es muy loable, pero me parece que es un poco ceñido, restringido; personalmente, preferiría que fuera más amplio. Inclusive, no debe perderse de vista que un objeto tan restringido como el del proyecto podría dar lugar, en el futuro, a una retrocesión de la expropiación, lo que no creo que esté en el ánimo de ninguno de nosotros.
Entonces, en el mismo sentido que lo señaló el señor diputado Cortina, preferiría un objeto más amplio, y que la ley dispusiera que el destino del inmueble fuera el que el Congreso resuelva. Considero que eso sería más apropiado y adecuado.
De todas maneras, como ya se expresó, hay consenso para no hacer modificaciones y aprobar este proyecto sin que vuelva al Senado. Por lo tanto, me sumo a la sugerencia para que la señora presidenta lo tenga en cuenta ante la posibilidad de un veto.
La segunda observación que quiero formular es de carácter técnico, y se refiere al artículo 2° del proyecto, por el que se autoriza al Poder Ejecutivo nacional a adquirir el inmueble a un precio que no exceda lo establecido por el Tribunal de Tasaciones, de acuerdo con la ley 21.499. Este artículo es redundante, porque el Poder Ejecutivo no tiene más remedio que cumplir con la ley de expropiaciones y atenerse a lo que ella dice, pagando en caso de un avenimiento -una compra directa, sin juicio de expropiación- lo que establezca el Tribunal de Tasaciones.
Más allá de que es redundante, puede dar lugar a alguna duda en la interpretación, sobre todo para el caso en que efectivamente pueda llegarse a un acuerdo con los propietarios y comprar el inmueble directamente.
¿Por qué digo esto? Porque el artículo 13 de la ley de expropiaciones prevé que para el caso de avenimiento, es decir, de compra directa al propietario, el Poder Ejecutivo puede pagar, en el caso de los inmuebles, hasta un 10 por ciento más de lo que haya dictaminado el Tribunal de Tasaciones.
Tal como está redactado el artículo 2° del proyecto pareciera que el Poder Ejecutivo no va a poder pagar ese 10 por ciento más que contempla la ley de expropiaciones. Entonces, no sólo es sobreabundante el artículo, porque dice algo que está previsto en la ley de expropiaciones, sino que además puede ser un obstáculo para el avenimiento, para el arreglo directo con los propietarios, que sería mucho más rápido, más sencillo, más eficaz y beneficioso para todos.
De manera tal que con mucho más énfasis que en el caso anterior, sugiero que si vamos a aprobar el proyecto tal como está para que no vuelva al Senado, los miembros del oficialismo transmitan a la presidenta la sugerencia de que vete este artículo, que no le agrega nada al proyecto y que, por el contrario, podría ser un obstáculo para una rápida adquisición del inmueble.
También hago una última sugerencia vinculada con algo respecto de lo que nos alertó el señor diputado Cortina, referido a la marca. En este dictamen que pareciera que estamos por aprobar, no está contemplada la expropiación de la marca, que me parece que sería importante adquirirla para el Estado nacional a fin de que la confitería conserve su nombre.
Por lo tanto, sugiero que a la brevedad presentemos un proyecto de ley -personalmente me ofrezco a acompañar al señor diputado Roy Cortina si él quiere tomar la iniciativa- para expropiar también la marca, de manera tal de no correr el riesgo de que el día de mañana, por un pleito vinculado con el uso de la marca, la confitería no pueda llamarse del Molino, como ha ocurrido tradicionalmente.
Mas allá de estas observaciones, coincido con el propósito y el objetivo, que celebro; ojalá, tanto los diputados como quienes andan por la ciudad de Buenos Aires pronto podamos tomar un café en la Confitería del Molino. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTITiene la palabra el señor diputado Cabandié.
SR. CABANDIÉ Señora presidenta: como habitante de esta Ciudad Autónoma de Buenos Aires siento una enorme alegría por la posibilidad real y concreta de que finalmente, después de tanto tiempo, se efectivice algo que estaba en el deseo de muchos legisladores que han pasado por acá, algunos que todavía siguen con su mandato en la Cámara de Diputados, y obviamente de nuestro amigo, el ex senador Samuel Cabanchik. Es importe destacar la continua muestra de interés efectivo, por parte del gobierno nacional, en el cuidado del patrimonio histórico. Tal es el caso del Correo Central, que seguramente el próximo 25 mayo podremos inaugurar. Lo mismo sucede con el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Obviamente, no podemos dejar de mencionar, dentro de este análisis, la importante obra que se ha hecho en el palacio de este Congreso, como también en sus edificios anexos.
Por lo tanto, bajo el concepto de entender que hay un gobierno que además de pensar en un montón de cosas, también está pensando en el cuidado del patrimonio, consideramos que eso es un derecho colectivo consagrado en la Constitución Nacional.
Por ello, celebramos las distintas variables que tendrá el funcionamiento de la Confitería del Molino, cuando finalmente podamos sancionar esta ley y se empiecen a hacer las obras pertinentes.
También destaco que en este proyecto de ley está representado el conjunto de los bloques, con lo cual se desactiva cualquier posibilidad de acusarnos de chavistas porque estamos expropiando un inmueble. Es difícil que salga hoy algún sector de la oposición o de la UIA a decir que somos chavistas porque estamos expropiando la Confitería del Molino.
Creo que se ha abundado en las opiniones calificadas destacando la importancia que tiene esto no sólo para la ciudad de Buenos Aires sino también que la Confitería del Molino es parte de los trazos más gruesos de la historia de los argentinos, y hoy la estamos poniendo en valor por decisión y voluntad de una presidenta que -reitero-, además de hacer las cosas que hace, también piensa en el cuidado del patrimonio. (Aplausos.)
Por lo tanto, bajo el concepto de entender que hay un gobierno que además de pensar en un montón de cosas, también está pensando en el cuidado del patrimonio, consideramos que eso es un derecho colectivo consagrado en la Constitución Nacional.
Por ello, celebramos las distintas variables que tendrá el funcionamiento de la Confitería del Molino, cuando finalmente podamos sancionar esta ley y se empiecen a hacer las obras pertinentes.
También destaco que en este proyecto de ley está representado el conjunto de los bloques, con lo cual se desactiva cualquier posibilidad de acusarnos de chavistas porque estamos expropiando un inmueble. Es difícil que salga hoy algún sector de la oposición o de la UIA a decir que somos chavistas porque estamos expropiando la Confitería del Molino.
Creo que se ha abundado en las opiniones calificadas destacando la importancia que tiene esto no sólo para la ciudad de Buenos Aires sino también que la Confitería del Molino es parte de los trazos más gruesos de la historia de los argentinos, y hoy la estamos poniendo en valor por decisión y voluntad de una presidenta que -reitero-, además de hacer las cosas que hace, también piensa en el cuidado del patrimonio. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTITiene la palabra el señor diputado Kunkel.
SR. KUNKEL Señora presidenta: tengo que expresar el reconocimiento a quienes, incluso haciendo observaciones parciales, han coincidido en la voluntad de sancionar el texto tal como está para que comience a implementarse. Con todo respeto a las opiniones en contrario, cualquiera que pase puede ver que hay un manifiesto estado de abandono que no puede atribuirse a quienes hemos presentado proyectos de expropiación. Personalmente, fui autor de uno de los proyectos y acompañé otros cuatro o cinco. Pretender decir en este de recinto que el estado de abandono en que está la confitería se debe a los proyectos que hemos presentado es una falta de respeto hacia quienes así lo hemos hecho. Quiero dejar esto puntualmente aclarado. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTITiene la palabra el señor diputado Garrido.
SR. GARRIDO Señora presidenta: nosotros vamos a acompañar el dictamen de comisión y promover la sanción de esta expropiación.
Este proyecto recoge expectativas de todos los bloques políticos. No sé por qué están planteando que es un proyecto del oficialismo. Entiendo que es un proyecto del ex senador Cabanchik y hasta donde sé, más allá de los matices que ha experimentado durante su desempeño como senador, no pertenece al oficialismo. Entonces, no es que estamos acompañando un proyecto del oficialismo. Este es un proyecto de un ex senador que representó a otra fuerza política, y de hecho ha habido proyectos de todas las bancadas y también está en consideración un proyecto del señor diputado Roy Cortina, que tampoco creo que pueda ser reivindicado como oficialista. Quizás esto se deba a la falta de práctica de que esta Cámara sancione un proyecto que no provenga del Poder Ejecutivo o del bloque del oficialismo.
Más allá de esta cuestión, que me parece de poca monta, más allá de algunos comentarios desafortunados, lo cierto es que compartimos este proyecto, que responde a expectativas que llevan mucho tiempo y que apuntan a la recuperación del valor patrimonial histórico y cultural de la ciudad y del país. En los salones dela Confitería del Molino ha transitado gran parte de la vida social de la ciudad y también de la vida política del país durante más de un siglo; por ello, me parece que debemos privilegiar ese tipo de objetivos que, en este caso, asume el Congreso.
Resulta importante la continuidad de la recuperación que hoy se ha señalado adecuadamente, que también se ha desarrollado en los últimos años en el edificio histórico del Congreso de la Nación.
Me parece trascendente que el Congreso cumpla esta función de recuperación de este aspecto del patrimonio de la ciudad y del país que lamentablemente está desvaído. Entonces, es bueno que esta iniciativa vaya en esta dirección. Por eso nuestro bloque va a apoyarla. (Aplausos.)
Este proyecto recoge expectativas de todos los bloques políticos. No sé por qué están planteando que es un proyecto del oficialismo. Entiendo que es un proyecto del ex senador Cabanchik y hasta donde sé, más allá de los matices que ha experimentado durante su desempeño como senador, no pertenece al oficialismo. Entonces, no es que estamos acompañando un proyecto del oficialismo. Este es un proyecto de un ex senador que representó a otra fuerza política, y de hecho ha habido proyectos de todas las bancadas y también está en consideración un proyecto del señor diputado Roy Cortina, que tampoco creo que pueda ser reivindicado como oficialista. Quizás esto se deba a la falta de práctica de que esta Cámara sancione un proyecto que no provenga del Poder Ejecutivo o del bloque del oficialismo.
Más allá de esta cuestión, que me parece de poca monta, más allá de algunos comentarios desafortunados, lo cierto es que compartimos este proyecto, que responde a expectativas que llevan mucho tiempo y que apuntan a la recuperación del valor patrimonial histórico y cultural de la ciudad y del país. En los salones dela Confitería del Molino ha transitado gran parte de la vida social de la ciudad y también de la vida política del país durante más de un siglo; por ello, me parece que debemos privilegiar ese tipo de objetivos que, en este caso, asume el Congreso.
Resulta importante la continuidad de la recuperación que hoy se ha señalado adecuadamente, que también se ha desarrollado en los últimos años en el edificio histórico del Congreso de la Nación.
Me parece trascendente que el Congreso cumpla esta función de recuperación de este aspecto del patrimonio de la ciudad y del país que lamentablemente está desvaído. Entonces, es bueno que esta iniciativa vaya en esta dirección. Por eso nuestro bloque va a apoyarla. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Recuerdo a los miembros de la Comisión de Asuntos Constitucionales que luego tenemos una reunión conjunta con la Comisión de Derechos Humanos y Garantías para dictaminar sobre la prohibición de dictar indultos, amnistías y conmutación de penas en delitos de lesa humanidad.
Tiene la palabra el señor diputado Feletti.
Tiene la palabra el señor diputado Feletti.
SR. FELETTI Como presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, como es habitual, tendría que dar acá las especificaciones técnicas del inmueble que vamos expropiar, su costo fiscal estimado, y demás; pero no lo haré.
Por el contrario, voy a dar rienda suelta al sentimiento.
Cuando escuchamos lo dela Confitería del Molino, da la sensación de que esto es la Argentina; la Argentina permite que se construya la confitería, permite que se degrade y también que se recupere; y lo recupera el Congreso. Un Congreso del que en estos momentos las corporaciones mediáticas hablan de a quién se nombra, a quién no se nombra, cuántos viajes o no, etcétera. En un momento de ataque contra la representación popular, es el Congreso el que lo recupera, con un alto grado de consenso y compromiso.
Hemos convocado a tres comisiones conjuntas, hemos dado quórum, estamos trabajando y lo hacemos. En la Argentina, que también es trasversal a las clases sociales, porque cuando se hizo la Confitería del Molino, evidentemente, quien tenía capacidad de construir un palacio art nouveau era un inmigrante, pero adinerado, quienes lo disfrutaron muchas veces comenzaron a incorporar a sectores medios, y el Congreso empezó a incorporar entre sus representantes a sectores de extracción más humilde. El presidente de la Cámara, hoy preocupado por el palacio del Congreso, viene de orígenes extremadamente humildes. Esto también es la democracia argentina, que permite que alguien de extracción muy humilde pueda ser presidente de la Cámara de Diputados, cosa que no ocurre en muchos países.
Entonces, esta ley de recuperación dela Confitería del Molino tiene consenso. Yo quiero verlo como un pedazo de la historia argentina, por lo que es la confitería en sí misma; por lo que alguien quiso hacer, aunque a lo mejor su bagaje cultural no lo alcanzaba, y dio posibilidad a que se hiciera un palacio art nouveau en Buenos Aires; por lo que ocurrió y lo llevó a degradarse, y por lo que ahora está sucediendo en la Cámara de Diputados -en la que tanto la mayoría de sus legisladores como quien la preside son de un origen bastante humilde-, para que se recupere.
Entonces, me parece que hay que valorar mucho esta iniciativa; sobre todo, cuando muchas veces quiere señalarse que la Cámara de Diputados depende, por ejemplo, de cuántos pasajes hay, y demás.Creo que esta discusión es trascendente, y que en la Confitería del Molino hay un emblema de todo esto. Me refiero a ese pedazo de la Argentina que dio vueltas a lo largo de estos años.
Sólo quería decir estas palabras, porque creo que ya está firmado el dictamen. (Aplausos.)
Por el contrario, voy a dar rienda suelta al sentimiento.
Cuando escuchamos lo dela Confitería del Molino, da la sensación de que esto es la Argentina; la Argentina permite que se construya la confitería, permite que se degrade y también que se recupere; y lo recupera el Congreso. Un Congreso del que en estos momentos las corporaciones mediáticas hablan de a quién se nombra, a quién no se nombra, cuántos viajes o no, etcétera. En un momento de ataque contra la representación popular, es el Congreso el que lo recupera, con un alto grado de consenso y compromiso.
Hemos convocado a tres comisiones conjuntas, hemos dado quórum, estamos trabajando y lo hacemos. En la Argentina, que también es trasversal a las clases sociales, porque cuando se hizo la Confitería del Molino, evidentemente, quien tenía capacidad de construir un palacio art nouveau era un inmigrante, pero adinerado, quienes lo disfrutaron muchas veces comenzaron a incorporar a sectores medios, y el Congreso empezó a incorporar entre sus representantes a sectores de extracción más humilde. El presidente de la Cámara, hoy preocupado por el palacio del Congreso, viene de orígenes extremadamente humildes. Esto también es la democracia argentina, que permite que alguien de extracción muy humilde pueda ser presidente de la Cámara de Diputados, cosa que no ocurre en muchos países.
Entonces, esta ley de recuperación dela Confitería del Molino tiene consenso. Yo quiero verlo como un pedazo de la historia argentina, por lo que es la confitería en sí misma; por lo que alguien quiso hacer, aunque a lo mejor su bagaje cultural no lo alcanzaba, y dio posibilidad a que se hiciera un palacio art nouveau en Buenos Aires; por lo que ocurrió y lo llevó a degradarse, y por lo que ahora está sucediendo en la Cámara de Diputados -en la que tanto la mayoría de sus legisladores como quien la preside son de un origen bastante humilde-, para que se recupere.
Entonces, me parece que hay que valorar mucho esta iniciativa; sobre todo, cuando muchas veces quiere señalarse que la Cámara de Diputados depende, por ejemplo, de cuántos pasajes hay, y demás.Creo que esta discusión es trascendente, y que en la Confitería del Molino hay un emblema de todo esto. Me refiero a ese pedazo de la Argentina que dio vueltas a lo largo de estos años.
Sólo quería decir estas palabras, porque creo que ya está firmado el dictamen. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI Aclaro que existe un dictamen único, por unanimidad. Esto significa que hemos desarrollado una labor realmente trascendente.
Tiene la palabra la señora diputada Parrilli.
Tiene la palabra la señora diputada Parrilli.
SRA. PARRILLI Señora presidenta: como presidenta de la Comisión de Cultura y legisladora del interior, celebro doblemente este acuerdo, porque he votado el proyecto del ex senador Cabanchik siendo senadora del Frente para la Victoria, por la provincia del Neuquén, en el Senado de la Nación.
También me parece muy oportuno decir que estamos recuperando instituciones que hacen a nuestra historia, que muestran huellas, y que lo estamos haciendo nosotros. Esperamos tener el apoyo de los legisladores para recuperar otras obras del interior profundo, como dice nuestra presidenta.
Por ejemplo, hoy vamos a estar tratando en la Comisión de Cultura una iniciativa que es muy importante para todos los neuquinos, por la que se declara como monumento histórico nacional a la Torre Talero. Creo que estos son los espacios que hacen que revaloricemos la historia de todo nuestro país.
Como presidenta de la comisión y legisladora del interior, dejo manifestado nuestro apoyo a la iniciativa en consideración. (Aplausos.)
También me parece muy oportuno decir que estamos recuperando instituciones que hacen a nuestra historia, que muestran huellas, y que lo estamos haciendo nosotros. Esperamos tener el apoyo de los legisladores para recuperar otras obras del interior profundo, como dice nuestra presidenta.
Por ejemplo, hoy vamos a estar tratando en la Comisión de Cultura una iniciativa que es muy importante para todos los neuquinos, por la que se declara como monumento histórico nacional a la Torre Talero. Creo que estos son los espacios que hacen que revaloricemos la historia de todo nuestro país.
Como presidenta de la comisión y legisladora del interior, dejo manifestado nuestro apoyo a la iniciativa en consideración. (Aplausos.)
SRA. PRESIDENTA CONTI No habiendo más asuntos que tratar, damos por finalizada la reunión.
- Es la hora 13 y 41.